«Forges fue un cronista de nuestro país durante 50 años para lo divertido y para lo malo. En sus dibujos late lo que somos en esta tragicomedia que representamos como sociedad» detalla Fernando del Blanco, comisario de La ciència segons Forges, exposición que desde hoy mismo habita en el Passeig del Born de Palma en homenaje al genial dibujante y, a su vez, como método de acercamiento de la ciencia a la gente. Esto último es, de hecho, el leitmotiv de la edición de este año del festival Còmic Nostrum, que arrancó ayer con una presentación del propio Del Blanco quien logra unir dos de sus pasiones: la divulgación científica y el cómic.
El caso de Del Blanco, además, es curioso porque él está un poco en una encrucijada de caminos. Por un lado, es bibliotecario en el Centro Superior deInvestigaciones Científicas(CSIC), concretamente en una biblioteca dedicada a química, ciencias ambientales y del agua, pero su formación es filología hispánica. Razón por la cual confiesa que «aunque yo trabajo con información, muchas veces ocurre que no entiendo la información con la que trabajo», razón por la cual «intento hacer legible para mí lo que era ininteligible» y agradece cuando alguien «me explica las cosas y algo hace ‘click' en mi cabeza. Es maravilloso».
Esa es la misma sensación que busca lograr en el público que visita esta exposición que «homenajea aForges y hace divulgación científica». Además, celebra que las 66 viñetas seleccionadas, «con las que hemos formado como un solo cómic», estén en la calle «por primera vez» porque se logrará «el récord de visitantes hasta ahora», detalla entre risas.
Todas las viñetas han sido extraídas de su etapa en el diario El País y Del Blanco asegura que «hemos hecho una exposición, pero daba para mucho más». En cuanto a la figura del dibujante, para Del Blanco se trata de un genio, aunque es difícil explicar por qué. A su juicio, «conseguía sintetizar en una viñeta de forma muy sencilla y accesible ideas y cuestiones que no sé si son complejas o no, pero sí son difíciles de explicar». Y sí, Forges trató la ciencia muy a menudo a lo largo de su trayectoria. «Incluso dedicó una viñeta al CSIC».
Prolífico
En las observaciones del «prolífico dibujante» se trataban «diferentes perspectivas de la ciencia desde la mayor actualidad, enfocándose en cuestiones de precariedad o falta de financiación, pero también con alusiones a Darwin y destinadas a cómo nos relacionamos con la tecnología». Razón por la cual no es de extrañar las punzantes críticas a la falta de recursos de los científicos en las viñetas que dibujaba.
Para Del Blanco, pues, la exposición sirve como una manera de rendir tributo a un autor «que me encanta» y, a su vez, de llevar a cabo un acto de divulgación de la ciencia y su labor, lo cual pretende «hacerla más accesible al público de a pie porque hay que valorarla y fomentarla porque, como sociedad, solo cuidamos las cosas que somos capaces de comprender, y creo que la ciencia es una de las claves del modelo de país que queremos llegar a ser. Ese es el objetivo de proyectos como este» concluye el comisario Del Blanco.