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«Ossifar es, sin duda alguna, lo más importante que me ha pasado musicalmente»

En Méndez, nombre artístico de Llàtzer Méndez, ofrecerá un concierto muy especial este sábado en Inca

Llàtzer Méndez posa en Xocolat con su último disco, ‘El Rei dels Mobylettes’. | Pilar Pellicer

| Palma |

A Llàtzer Méndez, alter ego de en Méndez, no solo no le molesta que le asocien automáticamente con el mítico grupo Ossifar, sino que está orgulloso y encantado. «Lo tengo clarísimo, Ossifar ha sido, sin duda, lo más importante que me ha pasado musicalmente hablando. Fue algo irrepetible y una experiencia que recuerdo con mucho cariño», afirma. Para recordar aquellos tiempos, enMéndez ha compuesto Put-purri, una canción en homenaje a tres de los componentes de la formación «que se fueron demasiado pronto»: Biel Mesquida, MiquelPieras y Alberto Ruiz.

El artista presentará este tema tan especial este sábado 23 de octubre, a las 19.00 horas, en el Quarter GeneralLuque de Inca. Además, este mismo escenario será la puesta de largo del último disco de enMéndez, El Rei dels Mobylettes (Blau, 2020). Este trabajo vio la luz justo antes de que estallara la pandemia, por lo que él y su inseparable banda Ses Faves Tendres (Dani y Víctor Magaña, Enok Romero, JesúsIglesias y Titi Palomino) decidieron «esperar a que vinieran tiempos mejores». Esa misma tarde actuarán también Joan Rigo DJ, Pau Franch (O-ERRA) y S'Arrual Jazz Mort.

Durante los meses de pandemia, sin música en directo, Méndez relata que «murieron algunos compañeros músicos y, con tanta desgracia, me acordé de Mesquida, Pieras y Ruiz. Entonces me pregunté: ‘¿cómo les gustaría que fueran recordados?, pues riendo, como si en el cielo o en el infierno estuvieran de verbenas y de conciertos'».

Imagen del concierto que ofreció Ossifar en 2004 para rendir homenaje a Biel Mesquida, fallecido el año anterior en un accidente de moto. Fotos:SERGE CASES

Y así surgió Put-purri, un popurrí de unos 14 minutos de duración que «huele mal, como todo lo de Ossifar», con canciones tan emblemáticas de la banda como LosQuemelos, L'amo en Pep de sa Sínia, Telefóname, Es sheriff Ripoll o Indiana Pons en busca de la porsella rustida.

Con todo, Méndez advierte que «siempre he dicho que no quiero hacer canciones deOssifar, pues es una etapa ya cerrada y me gusta hacer canciones nuevas». «Por ello, el Put-purri lo conforman algunos fragmentos de unas canciones, pero dentro de un tema nuevo en el que cuento las aventuras de los pollos que montan por el infierno o el cielo, donde proliferan los bares y las verbenas», matiza.

En cuanto a El Rei dels Mobylettes, el artista advierte que las canciones «huyen de lo que era el ideario musical de Ossifar, que era un grupo que continuaba la cultura musical mallorquina de los músicos de hotel y de verbena, es decir, que querían hacer bailar a la gente, con pasodobles, boleros, rock and roll o cha cha chá».

En cambio, en este álbum, apunta, «he querido hacer un pop rock más puro, como también se puede apreciar en el Put-purri, pues todos esos boleros o pasodobles están reconvertidos en un acento pop rock, con una textura totalmente distinta a la original».

«A pesar de todo, como sigo contando historias divertidas, o eso pretendo, tengo claro que la gente que me viene a ver actuar no lo hace para verme cantar, sino para escuchar mis animaladas y disfrutar del ambiente festivo que desprende a fiestas de pueblo. Eso sí que continúa en la estela de Ossifar, pues en El Rei dels Mobylettes, por ejemplo, hay un hombre que, de tanto comer porcella se convierte en un Homo porcella, o un hombre que le dice a una mujer que tiene los ojos del color de su 4L. Y es que, al final, hay muchos chistes, así soy yo», reconoce Méndez, que destaca que «de Ossifar, era el único que tuvo la suerte de crecer en un medio rural».

Seriedad

Con todo, a pesar de tanto humor y broma, el artista asegura que la música es algo muy serio. «Este disco ha llevado mucho trabajo y existe gracias al productor Antoni Noguera, a Blau... Además, hay mucha precariedad. Antes, un grupo tocaba cada noche en los hoteles o clubs, pero cambiaron las orquestas con caras y ojos por DJ y música enlatada. Fíjate que cada uno de los integrantes de la banda toca en varios grupos diferentes para poder sobrevivir», lamenta Méndez.

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