La dissuasió. La marea i el límit reflexiona sobre la belleza de la defensa militar. Rosell Meseguer expone, desde este jueves y hasta el 31 de diciembre, esta colección de fotografías, pinturas, objetos, mapas y archivos de múltiples arquitecturas defensivas, de refugio y de ataque, por la costa mediterránea y otras partes del mundo. Con este proyecto fue ganadora en 2018 del Premi d'Edició Pilar Juncsa i Sotheby's.
«Es un trabajo que empecé en el 1999 y que está en constante expansión. Para la beca de la fundación propuse hacer una investigación de todos los búnkeres y torres defensivas de Mallorca. Quería que formasen parte del proyecto global», aseguró Rosell Meseguer.
Su fijación por fotografiar estas estructuras le viene de pequeña. «Me crié en Cartagena y mi padre es ingeniero naval e íbamos a ver muchos submarinos. Además, un amigo en la facultad me llevó a Cabo de Palos a ver Batería de Cenizas y aluciné», confesó Meseguer.
El proceso para conseguir retratar estas arquitecturas no es sencillo. «Hago una labor de investigación previa. Hablo con la gente del lugar y miro mapas antiguos para ver donde se construyeron y si siguen ahí», detalló.
El proyecto tiene tres bloques: Guerra Civil, guerras europeas y vínculos con excolonias españolas. Brasil, Colombia, Chile, Puerto Rico y países escandinavos son algunos de los lugares del mundo donde ha viajado para ir agrandando la colección. «Me parece muy interesante porque vas a Noruega y puedes encontrar búnkeres muy parecidos a los de Cartagena o Mallorca. Solo tienen pequeñas modificaciones para adaptarse al terreno», afirmó.
La muestra contiene fotografías de las estructuras defensivas de Cala Mesquida y de Cala Agulla. Según Meseguer, «lo más interesante también de estos sitios es que no se han destruido para utilizar la zona para el turismo. Muchos son patrimonio militar y eso ha salvado a algunas zonas de sufrir una construcción masiva».
Para ella, «es un lujo poder exponer en la Miró. Es un lugar maravilloso y un reto importante para mi carrera». Además, Rosell Meseguer es profesora de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. «Es muy difícil vivir del arte. Lo de profesora me gusta pero me quita tiempo para algunos proyectos», concluyó.