El cine slow de lo real tiene su hogar en la Isla en el festival MajorDocs. La tercera edición del certamen, que tendrá lugar entre el 5 y el 9 de octubre, brindará al espectador una experiencia desacelerada que demostrará que hoy en día «frenar es una necesidad».
La cita con el cine documental internacional arrancará el próximo martes 5 de octubre en CineCiutat. La gala inaugural proyectará el largometraje Woman and the Glacier del director italiano Audrius Stonys (1966). El filme abarca la soledad desde un punto de vista poético con la historia de Ausra Revotaite, una científica que pasa más de 30 años aislada con la única compañía de su perro. Además, actuará la menorquina Anna Ferrer.
Al igual que en las entregas pasadas, la programación de MajorDocs es «algo arriesgada». En esta ocasión, se podrán ver ocho películas de «difícil acceso; títulos que hay que escarbar en minas escondidas por el mundo», comenta el director artístico del festival, Miguel Eek.
La presencia balear la protagoniza Pedra Pàtria, del menorquín Macià Florit. La cinta retrata la relación del director con su hermano menor, quien decidió quedarse en la isla mientras que él se marchó. Así, a través del paisaje de Menorca Florit regresa poéticamente a su hogar. Asimismo, destaca la presencia argentina con El tiempo perdido, de María Álvarez, y Esquirlas, de Natalia Garayalde
En CineCiutat también se proyectarán There Will Be No More Night, de la francesa Éléonore Weber; Taming the Garden, de la georgiana Jashi Salomé; Away home, de la directora de origen marroquí Karime Saïdi; The Earth Is Blue as an Orange, de la ucraiana Iryna Tsilyk y Fantasía, del malagueño Aitor Merino. Además, este año se celebrarán clases magistrales, mesas redondas y encuentros con los cineastas.
De esta manera, la productoraVirginia Galán afirma que en esta edición MajorDocs aboga por «frenar al espectador para desaturar su mirada de la rutina superficial».
El director artístico, Miguel Eek, en la rueda de prensa que tuvo lugar ayer. Foto: PERE BOTA
«En esta edición hemos abogado por desaturar su mirada de la rutina», afirma Virgina Galán