Los amantes del pop están de celebración. Tras más de veinte años desde su divorcio musical, la banda del pop ABBA regresa con un nuevo proyecto al que han bautizado como Voyage. Serán diez nuevas canciones que se publicarán el 5 de noviembre, y un concierto holográfico que se anuncia como «revolucionario». En el álbum, los cuatro integrantes de ABBA hablan sobre ellos mismos y su historia. Es como una colección de «memorias» sobre su trabajo y amistad.
Por eso resulta interesante. La historia de sus miembros siempre fue muy hermética ya que eran muy celosos de su vida privada. Después de separar sus caminos, comenzaron a surgir varios escándalos de alcohol, droga e infidelidades entre los miembros, a parte del mayor misterio de todos: el pasado de la cantante Anni- Frid Lyngstad, más conocida por todo el mundo como ‘Frida'.
De hecho, a parte de no compartir el color de pelo, era apodada por los seguidores como ‘la morena' del grupo, su procedencia venía de otro país, Noruega.
En la II Guerra Mundial, las tropas nazis invadieron el país e inciaron un programa de nazificación para unir a soldados alemanes con mujeres nórdicas y así ampliar la descendencia aria. Cuando la cantante llegó al mundo, en 1945, Hitler ya había fallecido y su madre huyó con ella a Suecia.
En el panorama amoroso, su vida tampoco ha sido un campo de rosas. Tras divorciarse de su compañero de banda Andersson, se volvió a casar con el príncipe alemán Heinrich Ruzo Reuss von Plauen, quien murió siete años después del «sí quiero».
Fruto de su amor, el matrimonio adquirió una gran villa en sa Mola, Andratx. Fue ahí, donde la cantante tuvo una vida muy discreta rodeada de grandes aristócratas como la princesa Birgitta de Suecia, una enamorada declarada de la Isla. Junto a ella, Frida practicaba el deporte favorito de la princesa, el golf, mientras lo compaginaba con otros compromisos sociales.
Una de las pocas ocasiones en que Frida participó en un acto social en Mallorca fue en la entrega de premios en el club de golf de Santa Ponça en 2020.
Otra de sus grandes amistades en la Isla fue Olga Bestard, la mujer del exagente consular americano Tumi Bestard, quien la recuerda con mucho cariño.«Tuvimos muchos momentos con ella», confiesa. También se codeaba con la actriz francesa Nicole Branchery.
A finales de década, Frida comenzó a dedicar la mayor parte de su tiempo a los problemas ambientales. No se sabe muy bien cuando abandonó la Isla pero ahora reside en Zermatt (Suiza) y sigue dedicándose a la caridad y a la música.