Las escaleras de acceso al Palau Episcopal de Palma rezuman todavía ese aire pasado, medieval. Las farolas y los móviles de los visitantes delatan el presente, pero el arte del brasileño Sidival Fila es capaz de conectar épocas. Este miércoles, el artista franciscano presentó junto al obispo Sebastià Taltavull, Maria Baró y Nieves Barber Pérez la exposición que lleva su nombre y que une tres sedes en un mismo proyecto: la Galería Baró, Can Marquès y la iglesia de Sant Antoniet, donde este jueves arranca a las 18.00 horas la exposición con su inauguración oficial.
Fue la misma Maria Baró, de la Galería Baró, la primera en hablar desde el Palau Episcopal para dar las gracias aBarber por «ver claro que esto tenía que estar en la Isla». Además, reflexionó sobre que el espacio eclesiástico fue durante siglos «la sede del arte» y agradeció al obispo que se presten al proyecto porque «no todas las iglesias tienen estas ganas de abrirse y acercarse al mundo del arte contemporáneo».
El obispo Taltavull, por su parte, recogió el guante al comentar que «la actitud perenne de la Iglesia de Mallorca ha sido la de estar abierta a la cultura y hacerlo a través del arte» y destacó el hecho de que Fila es un «religioso que trabaja con materiales humanos y los convierte en plegaria. Es la belleza de Dios a través de objetos diminutos».
Pintura
Apasionado fue el parlamento de Barber, directora de la Can Marquès, que supo unir dimensiones temporales al rememorar que en la Mallorca medieval los «bordadores eran apreciados en Europa y muy caros» y que, además, pertenecían al «gremio de los pintores porque pintaban con aguja e hilo. Algo que hace también el padre Sidival, volviendo a una tradición centenaria».
El protagonista, Sidival Fila, comentó la «belleza de Mallorca y lo acogedora que es». Sus 26 obras, que son una manera de expresar la belleza divina, podrán verse hasta el 3 de octubre en los tres espacios con la salvedad de la Baró, donde estarán hasta el 30 de octubre.