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Doña Letizia despide en La Misericòrdia un Atlàntida «mágico»

Imagen de Francina Armengol, Judi Dench, la reina Letizia, Jaume Ripoll, Stephen Frears y Miquel Octavi Iceta. | M. À. Cañellas

| Palma |

El cine, conocido popularmente como séptimo arte, tiene mucho de magia. Hubo magia el sábado por la noche, en el patio de La Misericòrdia de Palma, cuando una tormenta cubría de truenos y relámpagos el cielo a la vez que los espectadores veían otra tempestad en la película Annette, de Leos Carax. Y, aunque no hubo tormenta –sí una refrescante brisa–, este domingo, este mismo escenario acogió una noche irrepetible.

Y es que el Atlàntida Mallorca Film Fest, en su undécima edición, consiguió juntar a dos grandes maestros del cine y, además, también grandes compañeros y amigos: los británicos Stephen Frears y Judi Dench. Ambos recibieron, ni más ni menos que de las manos de la reina Letizia, los premios Masters of Cinema, en reconocimiento a sus dilatadas trayectorias. A la cita acudieron varias autoridades, como el ministro de Cultura, Miquel Iceta o la presidenta del Govern, Francina Armengol, entre otros.

Escenario

Frears tenía que recogerlo el año pasado, pero debido a la pandemia no pudo ser. Ayer, por fin, el célebre director tuvo el galardón entre sus manos y compartió escenario con su querida Dench. La intérprete, ganadora de un Oscar por Shakespeare in Love, recordó en su breve discurso que por primera vez había salido del Reino Unido en año y medio y celebró que volvía a Mallorca, una Isla que le enamoró en los años cincuenta, cuando vino por primera vez. Frears, entrañable en sus palabras, bromeó sobre la anécdota y se mostró igualmente emocionado.

Jaume Ripoll, director del Atlàntida, fue algo más extenso en su parlamento. A la manida frase ‘la cultura es segura', Ripoll advirtió que «no lo es, de hecho, es arriesgada, incierta, difícil e incómoda». Ese riesgo y, sobre todo, esa «inquietud» y «entusiasmo» del que habló Ripoll son las banderas del Atlàntida, un espíritu que ya queda reflejado en su propio nombre, ese continente perdido todavía por descubrir.

La proyección de la recuperada y restaurada cinta El jefe político, de André Hugon, puso el broche final. Este filme perdido pudo verse en este estreno mundial gracias a la colaboración del Arxiu del So i de la Imatge y de la Filmoteca Española, entidades que dirigen Xisco Bonnín y Josetxo Cerdán, respectivamente. Ambos recordaron a los espectadores que tuvieron que acudir a la novela original de José María Carretero para poder «remontarla». Este largometraje también fue rodado en Mallorca y en él se pueden ver algunas calles de Palma, los alrededores del Puig de Sant Pere, Santa Catalina o Bunyola. De este pueblo es el pianista y compositor Miquel Brunet, que ha sonorizado la producción a la vez que interpretó en directo la nueva banda sonora.

Y la magia no termina aquí y proseguirá el verano que viene, esperemos, como dijo Ripoll, sin mascarillas y con muchos besos y abrazos. El nuevo encuentro con el cine europeo más arriesgado llegará a la Isla del 22 al 31 de julio de 2022.

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