A Miguel Poveda no le asusta la soledad. Ese vacío, esa ausencia, le ha acompañado en muchas fases de su vida, especialmente en su infancia, cuando tuvo claro que lo suyo era el cante flamenco y decidió trasladarse de Barcelona a Sevilla en busca de experiencias que aplacasen su inquietud. La jugada de salió bien, hoy es uno de los nombres de más prestigio dentro del género, y se ha consolidado a base de mucho esfuerzo, constancia y alguna que otra crítica de los más puristas, que no entienden su angular forma de entender el flamenco. El Auditòrium de Palma acogerá la noche de este lunes, a partir de las 20.00, toda la diversidad que concita el arte de este catalán universal, en uno de los conciertos aplazados de Sant Sebastia 2021.
A principios de los noventa, la escena flamenca experimentó un notable avivamiento gracias a emergentes y jóvenes figuras que captaron la atención de nuevos públicos, además de allanar el camino para generaciones posteriores. Entre los artistas que protagonizaron este resurgimiento se sitúa, en un lugar destacado, Miguel Poveda, un artista capaz de llegar a todo tipo de públicos de muy variado rango generacional. La de Poveda es una de las voces más personales, el de Badalona ha colaborado con Serrat, Chavela Vargas, Alejandro Sanz y Vicente Amigo entre muchos otros, y su obra cuenta ya con más una docena de álbumes de estudio. Este impresionante recorrido le granjeó el Premio Nacional de Música en el año 2007, este solo es una de la muchas distinciones que jalonan la trayectoria de nuestro protagonista.
Contribución
El flamenco del nuevo siglo no se podría entender sin la enorme contribución de un Miguel Poveda que recala en Ciutat con la gira En Concierto, que recoge el sonido más característico del cantaor, el de la diversidad musical partiendo de la raíz del flamenco más tradicional. Con su quejío único, con su espectacular timbre, el artista ha hecho tambalear los cimientos de un género en el que lleva años doctorado.