Grande y emotivo son dos palabras que definen el concierto del Torrent de Pareis que se celebró este domingo por la tarde en este monumento natural de Escorca y que organiza la Fundació Sa Nostra. El evento cumplía este domingo 57 años y regresaba a la cita musical más famosa y singular del verano mallorquín después de un año de interrupción. Grande porque el concierto que dirigió José María Moreno es el que ha reunido a más músicos y cantantes de su historia –unos cien en total– gracias a la actuación conjunta de la Capella Mallorquina y de la Jove Orquestra Rotària de Mallorca. Emotivo por la ilusión del regreso de un concierto que en más de medio siglo solamente se tuvo que suspender totalmente el año pasado.
Ya al inicio del programa se hizo patente este componente emocional con la entrega por parte de la Jove Orquestra Rotària de un cheque de 3.000 euros destinado a la Fundació Amics de la Infància, que recogió Carme Serra, presidenta del Grup Serra, en representación de esta entidad benéfica. La cantidad corresponde a la recaudación del concierto benéfico que en enero de 2020 protagonizó la Jove Orquestra Rotària en el Teatre Principal, pero que la declaración del estado de alarma, en marzo, impidió entregar en su momento.
El público fiel al evento del Torrent de Pareis no faltó a la cita, en la que se habían tomado todas las medidas de seguridad sanitaria limitando el aforo a 2.000 personas. La organización cifró en unas mil personas los asistentes al concierto, una de las cifras más elevadas de los último años.
A la hora prevista, la batuta de Moreno se puso en movimiento y comenzaba un concierto muy ambicioso, tanto bajo el punto de vista musical como puramente técnico. Para dar las máximas garantías e imagen de responsabilidad, todos los intérpretes actuaron con mascarilla, algo que según había comentado el director antes del concierto, «hará perder cantidad de sonido a la coral, pero no calidad, como mucho las voces se escucharán más aterciopeladas».
El público no quedó defraudado. El conjunto formado por una veterana institución musical como es la Capella Mallorquina y una orquesta de gente joven como la Jove Orquestra Rotària –con componentes que van de los 8 a los 20 años– superó con creces el reto, interpretando un programa popular y festivo con fragmentos de conocidas obras de ópera y zarzuela. También hubo guiños del director a momentos musicales más íntimos, como los solos del concertino Pau Cladera, de la Jove Orquestra, o un homenaje a Ennio Morricone, recientemente fallecido, con una magistral interpretación de un fragmento de la banda de Cinema Paradiso. Como solistas actuaron Laura Melo, Camila Durán, Gerónimo Seib y Mikel Estelrich.
A lo largo de la hora y media de interpretación sonaron en el paraje piezas conocidas y otras más íntimas, de Chapi, Offenbach, Verdi, Massenet, Mascagni, Borodín y Bizet. Todo un éxito que coincidió con la celebración del décimo aniversario de la Serra de Tramuntana como patrimonio mundial de la Unesco. Un escenario único e incomparable.