La consellera insular de Cultura y vicepresidenta del Consell, Bel Busquets, inauguró ayer en la Fundació Sa Nostra de Palma (Concepció, 12) una exposición en homenaje al artista estadounidense George Sheridan. El acto contó con la presencia de su viuda, Cecilie Sheridan, y su hija, Tara, así como de la directora insular de Cultura, María Pastor, y las comisarias de la exposición, María José Corominas y Ana Bárbara Corominas.
Tanto su viuda como su hija recordaron durante el estreno de la muestra la parte más íntima de George Sheridan, su carácter fuerte, comunicativo, culto y apasionado de la vida.
Mientras, Busquets destacó la calidad de las obras y la figura de Sheridan, que «desde Deià creó y también impulsó la unión de diferentes artistas internacionales en una oportunidad única de apertura de la isla en el época franquista». Era una «persona culta, apasionada y muy espiritual y todos estos ingredientes forman parte de su obra», resaltó.
El artista, nacido en Estados Unidos, residió más de cincuenta años en Deià, donde creó el grupo Es Deu del Teix. Gracias a este colectivo creativo se organizaron exposiciones en Palma, Barcelona y Madrid, y fue nexo de unión entre artistas extranjeros, como Norman Yanikun, William Waldren o Thea Winger, y mallorquines durante el franquismo, un periodo en el que el intercambio internacional era prácticamente inexistente.
Entre otros detalles, resaltaron su parte mística, la importancia de la espiritualidad, el budismo en concreto, en su vida y en sus obras. La figuración impregnó toda la obra de Sheridan, que en un momento determinado introdujo en su obra la abstracción, como se puede observar en obras como Amoghasiddhi o Five celestial Buddhas.