El retablo mayor del convento de Ses Caputxines, datado del siglo XVIII, ha recuperado su esplendor gracias a la restauración integral que se ha llevado a cabo durante cinco meses y que contempla tanto su estructura de madera policromada como el gran lienzo central pintado al óleo sobre tela y la pintura del mural que lo enmarca en el ábside.
El proyecto de restauración ha sido impulsado por Jaume Llabrés y Aina Pascual, viuda del célebre fotógrafo Donald G. Murray, que falleció hace apenas una semana. Precisamente, la consellera de Cultura, Bel Busquets, recordó su importante figura en su intervención en la rueda de prensa de esta mañana, ya que el fotógrafo documentó todo el proceso de recuperación de diferentes elementos patrimoniales del convento de Ses Caputxines. Busquets avanzó que próximamente se exhibirá su obra para celebrar el 25 aniversario del proyecto de Ses Caputxines, iniciado por Llabrés y Pascual. En la presentación también estaba presente el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y la presidenta del Consell, Catalina Cladera.
Llabrés, colaborador de este periódico, ha detallado que el retablo cuenta con un gran lienzo central de pintura al óleo sobre tela con la representación de la Purísima Concepción con sant Francesc y santa Clara. «La estructura es del estilo barroco tardío con decoración rococó de entre 1777 y 1780», ha señalado. «El patrocinador fue Pere d'Orlandis i Dezcallar, benefactor de las caputxines. El diseño de la arquitectura del retablo no se ha podido documentar en un artista concreto, a pesar de que ha aparecido una inscripción detrás de una columna de 'Torres y Puig' que, de momento, no facilita de una manera concluyente la autoría y está pendiente de investigación», ha advertido. Además, Llabrés ha destacado que la pintura central es una obra anterior a la estructura del retablo actual, lo cual sugiere que se reaprovechó el lienzo del primer retablo mayor que hubo en la iglesia.
Por su parte, Aina Pascual ha subrayado la importancia del retablo, «una pieza fundamental para la iglesia y el convento y que, por circunstancias económicas, no se ha podido llevar a cabo antes su restauración». Además, agradeció el entusiasmo y la «generosidad» de las monjas, que han cuidado del patrimonio durante tantos años.
La restauración ha durado cinco meses, desde octubre de 2020 hasta el mes de febrero de este 2021 y ha sido realizado por un equipo de restauradoras encabezado por Maria del Mar Riera y en la que se encuentran Estrella López, Mercedes Tomé Prieto, Caterina Fiol Siquier, Raquel Garduño y Maria del Mar Gómez.