El tradicional concierto solidario de la Orquestra Simfònica y la Coral Universitat en la Seu en Semana Santa, el Réquiem, se celebró anoche en una nada tradicional velada, a puerta cerrada. La cita cultural más importante de estas fechas no contó con la asistencia de doña Sofía y su hermana, Irene de Grecia, ni público. El evento organizado por Projecte Home Balears fue un homenaje a la memoria de las víctimas del COVID-19.
Así las cosas, la ya mítica estampa del obispo Sebastià Taltavull y el presidente de Projecte Home, Tomeu Català, dando la bienvenida a doña Sofía y su hermana no se repitió en este año marcado por la pandemia.
Tampoco la fotografía final de ‘familia' con los músicos. En su lugar, mamparas, mascarillas y distancias. Los únicos asistentes fueron, precisamente, los organizadores: representantes de Projecte Home, como Tomeu Català; el gerente de la Simfònica, Pere Malondra; el obispo Taltavull o el decano de la Catedral, Teodor Suau.
De hecho, el ambiente se parecía más al de un rodaje y es que, en parte, así fue, pues el concierto fue grabado por las cámaras de IB3, que este sábado día 3 de abril, a las 18.00 horas, retransmitirá. El «silencio, cámara y acción» fue literal durante la velada, en la que se iban grabando tomas del concierto protagonizado por la Simfònica y la Coral Universitat, dirigidas por Pablo Mielgo y Joan Company, respectivamente. Además, también participó como solista la soprano catalana Núria Rial.
Para una ocasión tan especial y bajo el título de Rèquiem de rèquiems, se optó por interpretar varios fragmentos diferentes de algunas misas de réquiem más significativas y célebres de todos los tiempos, como son las de Mozart, Verdi y Fauré.