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La peculiar historia del rodaje de ‘El mago', en cómic

Historias cruzadas. La filmación, la novela y el contexto histórico del momento aparecen reflejados en este cómic editado por Disset. | Redacción Cultura

| Palma |

En Portals Vells (Calvià) hay una bonita cala llamada playa del Mago. No todos los mallorquines saben que el nombre le viene de una película de Hollywood que rodaron allí mismo, en 1967, estrellas de cine como Micahel Caine, Anthony Queen, Candice Bergen y Anna Karina. A su vez, la cinta, dirigida por Guy Green, se basaba en la novela homónima del escritor inglés John Fowles, que se encargó del guion. «Curiosamente, la película fue un desastre, a pesar de tener todos los elementos a su favor: una gran novela, unos grandes actores», advierten Josep R. Cerdà y J. A. Mendiola, que firman el cómic La pitjor pel·lícula del món, que el sello Disset Edició lanza simultáneamente en castellano. El libro, de unas cien páginas, llegará a las librerías previsiblemente la próxima semana.

Cerdà y Mendiola llevan trabajando en este volumen desde 2015, aunque, por diferentes circunstancias –Cerdà entró como director del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB)–, no ha sido hasta ahora que la pareja artística ha visto materializado su proyecto. El origen de esta novela gráfica se sitúa en la obra de teatro que ambos escribieron para el ciclo Jardí desolat, que ese año estuvo dedicado a Mallorca como plató de cine. Con la investigación que llevaron a cabo los actores para preparar el montaje, ya se dieron cuenta de que el rodaje de aquella cinta en la Isla bien merecía un cómic.

Calidad

«El mago es una buena mala película. Es de esos filmes que, a pesar de que son malos, disfrutas viéndolos, como Grease, por ejemplo. Engancha. Igualmente, la película era un producto demasiado novedoso para el Hollywood de aquel tiempo. Hay que tener en cuenta que la novela, una de las más reconocidas en lengua inglesa del siglo XX, es muy psicodélica, existencialista, de ciencia ficción», detalla el dramaturgo y director del Teatre Principal de Palma.

J. A. Mendiola y Josep R. Cerdà, posando para esta entrevista.

Que El mago es la peor película del mundo, una afirmación que da nombre a este cómic, no lo aseguran ni Cerdà ni Mendiola, sino que toman esta sentencia de los propios implicados en el filme. Fowles, el autor y guionista, llegó a decir en sus dietarios que la música era «repulsivamente banal», que la interpretación de Caine era «inexpresiva» y que el producto final era «horrorosamente vacío». Incluso se dice, no se sabe si ya forma parte de una leyenda urbana o no, que Woody Allen dijo una vez en una entrevista que, si volviera a nacer, haría exactamente lo mismo excepto ver El mago.

Reivindicación

Sin embargo, no todos son de la misma opinión, pues Cerdà apunta que responsables de la exitosa serie Perdidos o de la película The Game, de David Fincher, «han reivindicado a El mago como referente». En todo caso, el lector (y espectador) podrá juzgar y sacar sus propias conclusiones viendo la cinta, que está disponible en Filmin. Por su parte, la novela en castellano se puede encontrar en Anagrama.

Respecto a la cinta, no hace tanto que se puede acceder al filme. «En DVD llegó en los años 2000 y no es mucha la gente que la ha visto. Debido al fracaso en su estreno, apenas duró en cartelera y, en España, sufrió la censura», recuerdan. A pesar de las duras críticas, los autores aseguran que «la reivindicamos como película de culto».

A través del juego a dos tintas, el sepia y el blanco y negro, Mendiola se cuela entre bambalinas de ese ya mítica filmación, pero también de la novela. Además, recrea el contexto histórico del momento. «Eran los primeros años del boom turístico, pero nadie se planteaba si eso era bueno o malo, pues era turismo de élite. Por aquellos tiempos se eligió a Miss España en el Pueblo Español, en Palma, Tom Jones y Armstrong, entre otros, vinieron a Tito's y Jimi Hendrix tocó en Sgt. Peppers», recuerda Mendiola.

La novela gráfica también cuenta con banda sonora propia, con canciones que sonaban en aquel entonces, como The Letter, de The Box Tops, o Nova cançó de l'amor perdut, de Joan Ramon Bonet, «el perfecto colofón» de esta esta peculiar historia.

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