Los poetas Damià Huguet y Miquel Àngel Riera fueron «dos escritores y dos personas muy diferentes, pero, como si de una broma pesada se tratara, fallecieron con apenas 24 horas de diferencia en julio de 1996». Lo ha afirmado hoy en rueda de prensa el también autor Sebastià Alzamora que se encarga de una doble conmemoración propuesta por la Fundació Mallorca Literària y el Consell insular: el Dia Mundial de la Poesia y el 25 aniversario de la muerte de Huguet y Riera.
Para «visibilizar» las palabras y obras de los poetas, la Fundació Mallorca Literària edita una plaquette: Damià Huguet: El call dels versos» y Miquel Àngel Riera: La flor de la paraula y organizará una serie de actividades educativas, conciertos, proyecciones, espectáculos, exposiciones, clubs de lectura y conferencias.
Además, de cara a Sant Jordi, se editará y distribuirá material divulgativo basando en los autores y, entre abril y mayo, se culminarán el inventario del fondo de Damià Huguet, que entrará a formar parte de la nueva Casa Blai Bonet-Centre de Poesia de Santanyí. En este sentido, la consellera de Cultura, Bel Busquets, señaló que «las obras de este centro avanzan según lo previsto» y la inauguración se mantiene para el año que viene. Para Castells, esta incorporación es algo «natural» teniendo en cuenta la buena relación entre Bonet y Huguet. En cuanto al archivo de Riera, Castells señaló que «la intención es que sea un centro dedicado a la poesía» y, por ello, están abiertos a incorporar otras figuras, algo que también dependerá de las familias de los autores.
Sobre esta doble celebración, Castells detalló que «hemos aprovechado el Dia Mundial de la Poesia para dar el sus a un año de conmemoraciones. Nuestro objetivo es ofrecer un primer contacto a los lectores de las obras de estos autores y hacerlos más visibles y accesibles».
Actos
Debido a la situación sanitaria, de momento no se llevarán a cabo actos presenciales, pero sí esperan poder hacerlo a partir del mes que viene. Así, ya hay previstas unas cuantas representaciones de Memorial de Setmana Santa, del texto de Blai Bonet y adaptado al formato teatral por Toni Gomila. Entre ellas está el 27 de marzo en el Conservatori de Manacor; el 28 en el Teatre de Ca Ses Mestres de Santa Maria del Camí o en la iglesia de Campos, el 30 de marzo.
Por otra parte, este viernes 19 de marzo retoman el ciclo D'on venen els versos que se ha transformado en vídeos de entrevistas a diferentes poetas de lengua catalana. Àngel Terron lo inaugura y le seguirán Margarita Ballester, Maria Josep Escrivà, Ponç Pons, Teresa Pasqual y Antoni Clapés.
Diversidad
«Huguet y Riera están unidos por el hecho extraliterario de su muerte; eran dos autores y dos personas de mucho contraste. Huguet se movía en un circuito más alternativo, experimental y vanguardista, además de ser artista multidisciplinar; mientras que Riera era más clásico y pertenecía a lo que llamamos el establishment», compara Alzamora. Huguet también estaba vinculado a la edición con el sello Guaret. Este nombre también da título a la obra creada y protagonizada por Pedro Mas que se estrena este viernes 19 de marzo en el Teatre Principal de Palma, donde podrá verse hasta el domingo. Riera fundó y dirigió la colección de poesía El Turó y la colección Tià de Sa Real. Sin embargo, el escritor insiste en que «ambos fueron dos de los grandes autores de la literatura catalana del siglo XX y esos contrastes no hacen más que evidenciar la diversidad y la grandeza misma de la literatura».
«Huguet y Riera son protagonistas del mundo de la literatura de posguerra, no solamente de poesía, sino también de narrativa, del mundo editorial y el activismo cultural. Por eso queremos reivindicar sus firmas, que ya forman parte de nuestros clásicos y del corpus literario de Mallorca», agrega Busquets.
En comparación, Castells y Alzamora reconocen que la obra de Riera es más difícil de encontrar en librerías, si bien en bibliotecas sí se pueden encontrar algunos de sus títulos. «Como decía T. S. Eliot, los pueblos que no reconocen a sus poetas se convierten en pueblos bárbaros. Y nosotros no lo somos ni lo queremos ser», concluye Alzamora.