Tras un mes de aparente calma entre los familiares de Antoni Caimari, fundador de la Fundació ACA de Búger, y el Patronato de esta entidad, se ha vuelto a alzar el hacha de guerra. La familia del alma máter de ACA anunció este miércoles en un duro comunicado que este jueves iba a ingresar a Caimari en una residencia de ancianos por la «falta de piedad» de dicha junta directiva. La respuesta no se hizo esperar: «Antoni Caimari estaría muy avergonzado de su hijo». Así de contundente se mostraba el secretario del Patronato, Miquel Àngel Tortell, quien deja claro que ACA no puede sufragar los cuidados de Caimari porque «la ley no lo permite».
«Respetamos la decisión de la familia, en una residencia estará cuidado y atendido, sobre todo teniendo en cuenta su estado de salud», prosigue Tortell, quien sostiene: «Lo que está haciendo la familia es cumplir sus obligaciones, las que marca el Código Civil sobre hacerse cargo de sus cuidados». Es más, «esto lo pueden hacer ahora gracias a que el entorno de Caimari, amigos y patronos de la Fundació hicimos el trabajo de tramitar la ley de dependencia».
En este sentido, Tortell, en nombre del Patronato de ACA, afirma que «desde la fundación no podemos asumir un gasto para atender a una persona dependiente porque la ley no lo permite» en base a «los artículos 11 y 12 de la ley de fundaciones». Aun así, Tortell cuenta que «algunos patronos se ofrecieron a poner dinero a título personal para este motivo». Por eso, «lamentamos que se denigre de esta manera la figura del fundador de ACA, nosotros trabajaremos en el sentido contrario, en preservar, promover y potenciar la figura de Caimari y su obra, y la Fundació es su obra más importante». Su idea es cuidarla «como hicimos en el año 2020 y como seguiremos haciendo en 2021», concluye Tortell.