La primera novela de Joan Mut Quintana (1995), como mínimo, dará de qué hablar. Se trata de una declaración de intenciones claras ante las cuales el joven escritor avanza: «Que se lean el libro y luego debatimos. No tengo miedo a las críticas». Se trata de Kastia, la princesa Anunna y el regreso al Planeta Tierra, un libro editado por Balèria y que plantea la posibilidad que la ciencia, según Mut, «dogmática», se niega a preguntar: ¿Es posible que la humanidad naciera por la intervención de unos seres de otros planetas?
En ella, Mut confiesa «haberme liberado de muchos pensamientos y teorías que tenía en mi cabeza». Su escritura es descrita como «una experiencia bonita» y «mística». El joven autor, además, no es ajeno a que «el lector puede sentirse escandalizado por lo que lea, pero no son más que cosas que aparecen en los textos antiguos».
Y es que Mut, desde un posicionamiento novelístico, plantea una posibilidad y una proposición: «Si leyéramos la Biblia tal y como es y dejáramos de lado las interpretaciones metafóricas, veríamos una historia totalmente diferente».
Aparece, pues, una «muy marcada crítica a los dogmas, ya sean religiosos o científicos», porque Mut también pone en la diana las teorías que según él y algunos expertos que cita, no «se preguntan o dejan sin contestar algunos enigmas». Unos misterios que quedarían parcialmente contestados por «la posibilidad de que seres naturales y mortales, pero más inteligentes, hayan llevado a término una intervención genética en este planeta de la que los humanos somos el resultado». De ahí que aparezcan conceptos y nombres que podrían recordar a teorías conspirativas y que Mut reconoce.
La negación acrítica de estas posibilidades por la comunidad científica o de los religiosos más fervientes es, en opinión de Mut, «dogmatismo» y deberíamos «escucharles y ver qué tienen que decir».
Debate
Consciente de que los temas que trata suscitarán polémica, Mut, quien es estudiante de arte en Italia, adelanta que «habrá a quien al ver los términos que utilizo en la novela le cree rechazo y no quiera saber nada más, pero también habrá a quien le interese y enganche». Y es destacable y principalmente fuerte sus ganas de «debatir: No tengo miedo a las críticas. Que se lean el libro y luego hablamos».