Sin que él supiera nada, por sorpresa, un grupo de intelectuales, amigos y discípulos de Jaume Bover Pujol han publicado Jaume Bover, bibliògraf, bibliotecari i erudit, liber amicorum, un libro homenaje, editado por Documenta Balear y el Ajuntament de Andratx, y coordinado por Lluís Agustí y Miquel Codina.
El volumen incluye 4 estudios de diversa materia, notas y dibujos que esbozan la múltiple trayectoria, los 75 años de este mallorquín que da nombre a la Biblioteca Municipal de Andratx. Está formado por infinidad de teselas que tienen en común seguir abriendo el muy variado y vasto campo cultural que el homenajeado lleva cultivando desde hace medio siglo. Bover trabajó primero en la Biblioteca March, codo con codo con Leonor Isern, con don Lorenzo Pérez y Fausto Roldán; luego pasó por la Generalitat de Catalunya y la Biblioteca Nacional de España para terminar dirigiendo durante 30 años la Biblioteca Española de Tánger, que acabaría convirtiéndose en el Instituto Cervantes Juan Goytisolo.
Las publicaciones de Bover se cuentan por miles y son de un interés cultural extraordinario: desde la historia de nuestra cetrería con sus halcones, los gatos y perros baleáricos de antaño, los bordados, las atalayas, los trapenses, la florística funeraria, los judíos mallorquines de la diáspora, los incunables de Mallorca o la cocina mallorquina y de medio mundo sobre la que ha reunido una de las mejores colecciones de libros que existen.
Dijo Nadal Suau de otro ilustre andritxol, Cristóbal Serra, que era «el escritor más raro de todos los raros» y lo mismo se puede decir en otro ámbito de Bover. Es «el más raro de todos los investigadores» y gracias a eso tenemos un cúmulo de estudios sobre aspectos incógnitos de Mallorca y de ese exotismo cultural con toque borgeano que Bover ha ido recorriendo, recogiendo e inventariando como trotamundos de aquí y de acullá.