Mucho se ha hablado del abandono de Blanca Romero, una de las actrices que formaban parte del elenco, de la obra Yerma, que capitanea el bailaor y coreógrafo Rafael Amargo desde hace unos días en el madrileño Teatro la Latina.
Sin embargo, poco o nada se sabe de sus motivos para dejar el proyecto, que, según cuenta Semana, estarían ligados al escándalo que pocos días antes del estreno sacudió a Amargo.
El bailaor fue detenido por tráfico de drogas y organización criminal y posteriormente puesto en libertad con cargos. Después, con dos días de retraso, estrenó su obra.
Sin embargo, ni rastro de Blanca Romero. Según cuenta la revista del corazón, que se hace eco del relato de fuentes cercanas, el mayor miedo de la actriz es la inestabilidad. «Al final nadie sabe si esta obra seguirá o si no, si cobrarán o no. Esto va muy al día», cuentan a la revista, que asegura que hay temor entre el elenco actoral. «Se respira incertidumbre. No se sabe si Rafael va a sufrir embargos o cómo estará a nivel judicial», explican las mismas fuentes a la publicación.
Por su parte, Amargo segura que aún no ha podido hablar con su compañera y que se ha enterado de la noticia gracias a la prensa. Además, el coreógrafo ha explicado que ni los miembros de producción han logrado en ponerse en contacto con la intérprete.
«No ha dicho ni sí ni no. Yo creo que si fuera no, ella es una señora y no se lo dice a un medio me lo dice a mí, además, somos muy amigos. Pero tampoco entiendo que si no me ha dicho nada y eso está ahí, ella me llamaría y me diría: 'Ay que ver las cosas que va diciendo la gente', y también está callada», ha comentado Amargo en Espejo público.
El coreógrafo ha querido dejar muy claro que la obra sigue adelante y que ningún actor está por encima del espectáculo. «Te digo una cosa, la obra ya está funcionando, la obra va sola. La obra está hecha de una manera que da igual el intérprete que la haga. El truco de la obra es que se cuenta desde un sitio desde el que nunca se ha contado», ha sentenciado el protagonista.