Por séptimo año consecutivo, el Teatre Principal fue el epicentro del cine en Mallorca con la inauguración del Evolution! Film Festival, que celebró ayer el arranque de su novena edición, la más difícil de todas, con la gala inaugural en la que la realizadora Marjane Satrapi aceptó virtualmente el premio Evolution Vision y la actriz Ángela Molina, gran protagonista de la noche, subió al escenario a recoger el Evolution Honorary «por su inmensa calidad y la internacionalidad de su obra». Al final se proyectó la película Radioactive, sobre la ganadora del Premio Nobel Marie Curie, que deleitó a los asistentes entre los que se hallaba un público multicultural, haciendo gala del lema del festival: Unir personas, unir culturas.
La alfombra roja ubicada en el exterior atrajo la atención de curiosos e invitados. Muchos eran atraídos por el gentío y se preguntaban a quién espera tanta gente. Ann Perelló, Belinda Washington o Lara Martorell se codearon con autoridades como Bel Busquets o Catalina Cladera antes de que la estrella más brillante de la velada, Ángela Molina, hiciera acto de presencia.
Ya en el interior, la actriz Neus Cortés condujo una gala en la que Sandra Lipski, directora del festival, se enorgulleció de «lograr sacar adelante el festival a pesar de la pandemia» al tiempo que daba las gracias a las instituciones y cineastas por «su confianza» y los invitaba a seguir caminando «de la mano hacia la décima edición».
Acto seguido, fue el turno de la directora franco-iraní Marjane Satrapi, que no pudo asistir físicamente al estar confinada en París, pero sí se conectó por videoconferencia para recibir una sonora y sentida ovación del público tras expresar su deseo de «haber podido estar en Palma» y agradecer las muestras de cariño. No obstante, todo lo escrito hasta ahora fue el preludio del momento estelar de la noche, el cual fue introducido por la documentalista Marta Hierro quien invitó a Ángela Molina a subir al escenario para recoger el premio honorífico a toda su carrera.
Molina, claramente emocionada, dedicó un discurso en el que destacó la unidad y la necesidad que tenemos «los unos de los otros para ser humanos» y de los sueños para «ser reales» y lo remató al destacar que «somos muy valientes, pero juntos lo somos más». A su vez, manifestó a Ultima Hora su felicidad porque «Mallorca lleva muchísimos años dándome cosas maravillosas ya desde que rodé Bearn».
Por último, Catalina Cladera confesó el «honor» que es tener a Molina en la Isla y repitió el lema de «la cultura es segura». Tras la parte más ceremoniosa se apagaron las luces para disfrutar de Radioactive. Y así Mallorca comenzó a irradiar cine durante toda esta semana.