El pasado 23 de agosto, a los 95 años, falleció en Barcelona el catedrático emérito de Geografía de la Universitat de Barcelona y vicepresidente de la Unión Geográfica Internacional, Joan Vilà Valentí (Sallent, Bages, 1925 - Barcelona, 2020).
Autor de una obra densa y amplia centrada en innumerables aspectos de la geografía física y humana, nada de esta ciencia le fue ajeno. Estuvo casado com M. Dolors Guerau Arellano Tur (Valencia 1928-Barcelona 1987), de ascendencia ibicenca, a ella le debemos, gracias a la influencia e impulso del factótum de la cultura ebusitana, mossèn Isidoro Macabic, el estudio Bibliografía de autores ibicencos (1951). El profesor Vila tuvo muchos amigos en Mallorca e Ibiza, uno de ellos fue mi maestro y amigo Bartomeu Barceló Pons, que tanto hizo por la cultura nuestra y a quien apenas la sociedad insular le ha reconocido nada, al menos podrían ponerle una calle céntrica a él y no a Maceo.
Mucha querencia tuvo Vilà Valentí por las investigaciones sobre Baleares, especialmente por lo concerniente a Ibiza y Formentera ya desde principios de la década de los cincuenta. Sobre Mallorca también reflexionó lo suyo: el ferrocarril, la toponimia, la Serra de Tramuntana, tantos y tantos temas que abrieron nuevos caminos. La didáctica de la geografía, la agricultura mexicana o dominicana, reseñas de nuestros grandes geógrafos o historiadores como Vicens Vives, infinidad de publicaciones sobre Catalunya, sobre la geografía española en su conjunto… Vila Valentí tocó todos los palos poniendo en cada uno de ellos una profesionalidad inusitada. A mi juicio su aportación principal consiste en querer saber y profundizar de verdad y con tenacidad en las cosas, en el territorio que nos rodea, sin preconcepciones ni adoctrinamientos excesivos, algo muy raro en estos tiempos que corren. Descanse en paz.