La galería Maior está de extraña enhorabuena. Cumple 30 años, una cifra nada desdeñable, sin embargo no hay velas que soplar debido a la situación que atraviesa el mundo en general, y el del arte en particular. De hecho, la larga lista de actividades programadas para este verano en el centro se ha aplazado a la espera de un porvenir más positivo, pero para abrir boca y, al fin y al cabo, celebrar este nuevo hito de la Maior, han publicado una tirada de vídeos que resumen la trayectoria de la galería porque, definitivamente, tres décadas no se cumplen todos los días.
«El tiempo pasa rápido», comenta la galerista Jero Martínez, responsable de la Maior, antes de explicar que «este año lleno de dificultades no lo vamos a celebrar como habíamos pensado», porque como ella misma señala «las celebraciones son para hacerlas con la gente y los artistas».
Los mismos artistas que durante décadas han copado a la galería de nombres importantes como Miquel Àngel Campano, Luis Gordillo, Eva Lootz, Mitsuo Miura, Broto, Eulàlia Valldosera o Susana Solano, entre otros muchos más que ligaron sus destinos al del centro en un momento u otro de sus trayectorias.
A pesar de las muchas actividades aplazadas, como conferencias, música o debates, perdura algo de rememoración a través de unos vídeos que Jero editó «durante el confinamiento mirando cosas del archivo que no habían salido». En los clips, que se centran cada uno en etapas de tres años, pueden verse «anécdotas, coleccionistas, artistas. Una galería la hacen ellos».
Sobre haber llegado hasta aquí, Jero prefiere no hablar de éxito y sí de «una labor importante» por conseguir una «programación internacional» gracias a las nuevas tecnologías, aunque tiene claro tanto para el presente como para el futuro que «es mejor el espacio físico y abierto. Una galería huele a arte, pintura, madera, resina. Es más especial que una pantalla».
Incertidumbre
Estas nuevas tecnologías, de hecho, son a través de las cuales han podido compartir en su cuenta de Instagram los vídeos que han editado, y con los que «muchísimas personas nos han contestado muchísima gente con recuerdos de aquellas épocas. Es una documentación nostálgica con todo lo que está pasando».
Precisamente el futuro es algo que aparece «incierto» porque «todo está en el aire», sin embargo en la Maior adelantan que van a «seguir trabajando» pero advierten de que el tipo de trabajo «debe cambiar» y transformar «el concepto de galería y del galerista». «Echo de menos estos eventos en los que estás alrededor de una copa con gente, hablando y presentando un artista. Le damos mucha importancia a la presentación porque es cuando se hacen contactos y yo siempre he trabajado mucho la relación personal», algo que ahora se torna difícil pero insustituible al mismo tiempo.