Pau Donés se ha ido cumpliendo su último deseo. El cantante de Jarabe de Palo quería dejar cerrado su último disco, Tragas o escupes, antes de fallecer. Un estreno que estaba previsto para septiembre y que se adelantó al pasado 26 de mayo en plataformas digitales debido a su complicado estado de salud.
Pau ya sabia que iba a morir. Tras su fallecimiento, algunos amigos han confirmado que el cantante hacía meses que estaba «en la fase final». Pablo Motos contó este martes en El hormiguero que Donés le dijo: «Pablo, lo mío se ha puesto feo». Desde el momento que subo que estaba en la recta final, el artista se puso a trabajar en el lanzamiento de su nuevo trabajo.
El cantante grabó algunas maquetas en su casa de Los Ángeles (Estados Unidos), durante su último retiro. Él, junto al resto del grupo, se pusieron manos a la obra al ver como avanzaba la enfermedad. Una tarea complicada, ya que cada vez se encontraba más débil y visitaba el hospital a menudo.
El productor del disco, Yves Rousell, recibió las grabaciones el 19 de mayo. En ese momento a Pau le habían asegurado que le quedaba tan solo unas semana de vida. El productor se puso en marcha y, en tan solo unos días, el cantante recibió el disco en su casa de Lleida. El 26 de mayo sorprendían a los fans con un trabajo vitalista. Once días después, Pau fallecía.