El músico canadiense Bryan Adams se disculpó este martes tras haber estallado contra China en las redes sociales con comentarios racistas sobre el origen del coronavirus, del que culpó a «jodidos comedores de murciélagos», tras la cancelación de un concierto en Londres.
«Disculpas a todo aquel que se ofendiera por mi post. Sin excusas, simplemente quería despotricar contra la horrible crueldad contra los animales en esos mercados de productos frescos que son la posible fuente del virus y promover el veganismo», dijo Adams en un mensaje publicado en Instagram.
El artista difundió esas palabras tras la polémica ocasionada por un mensaje el lunes en la misma red social.
«Esta noche se supone que iba a empezar una serie de conciertos en el Royal Albert Hall, pero gracias a unos jodidos comedores de murciélagos, la venta de animales en mercados de productos frescos, bastardos avaros productores de virus, todo el mundo está ahora parado, por no mencionar a los miles que han sufrido o muerto por el virus», escribió Adams, que animó a hacerse vegano.
El cantante de temas como «(Everything I Do) I Do It For You» o «All for Love», que dejó de comer carne y productos lácteos en 1989, ha recibido un aluvión de críticas, como las de la comunidad china-canadiense, que en las últimas semanas ha sufrido actos individuales de violencia en todo el país.
Amy Go, presidente del Consejo Nacional Chino-Canadiense para la Justicia Social, culpó a Adams de fomentar actitudes racistas y conspiraciones sobre el origen del virus.
«La gente admira las figuras públicas. Muchos le ven como un ídolo. Esto justifica el odio racista contra los chinos. Es tan irresponsable y tan, tan, tan, tan racista», dijo Go.
No obstante, Adams ha sido defendido por individuos y organizaciones como People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), una institución estadounidense de defensa de los derechos animales, que ha aplaudido al músico, subrayando que «es crucial que todos se hagan vegetarianos ahora para prevenir la próxima pandemia».
La reacción de Adams a la cancelación de sus conciertos en Londres recuerda a la de otra estrella de la música canadiense, el artista Drake, que en 2014 se quejó en Twitter de que el suicidio del actor Philip Seymour Hoffman le «robó» la portada de la prestigiosa revista musical «Rolling Stones».
Ante las críticas recibidas, Drake borró los tuits en los que criticaba a «Rolling Stones» por su decisión y los reemplazó con otros criticando a los medios de comunicación y explicando su posición.