Paso a paso, despacio y con ‘buena letra', Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) ha ido construyendo una sólida carrera en el mundo cinematográfico, tanto en España como en Latinoamérica y Estados Unidos, país donde pronto rodará, cuando el coronavirus lo permita, la nueva entrega de los superhéroes de DC Escuadrón Suicida. Antes, el 15 de mayo, la plataforma Netflix estrenará su nueva serie, White Lines, que Botto coprotagoniza junto a un reparto de lujo encabezado por Laura Haddock, Marta Milans y Pedro Casablanca, entre muchos otros. La ficción, creada por Álex Pina (La casa de papel), se rodó en Mallorca en 2019.
¿Quién es Oriol Calafat, el personaje que interpreta en 'White Lines'?
—Oriol es el hijo mayor de la familia Calafat y es quien lleva, en cierta manera, los negocios familiares. Aaparentemente, Orio está destinado a herederar ese imperio. La trama principal es el descubrimiento del cadáver del DJ Axel Collins, quien fuera su mejor amigo, 20 años después de su desaparición. Junto a su hermana Zoe, intentará descubrir quién lo mató.
¿Hay algo detrás de Oriol en torno a esta trama?
—Sí, es uno de los que, a priori, se presenta como principal sospechoso, uno de ellos. Oriol es un tipo que vive en un permanente conflicto, porque desearía que su padre le quiera un poco más y su relación con su madre es muy potente. Todo muy es ‘edipiano'. El problema con su padre [intepretado por Pedro Casablanc] es que no cre que Oriol sea la persona idónea para llevar su negocios, pero Oriol luchará para convencerle de que no tiene nada que ver con el asesinato de Axel y que sí está capacitado para heredar el imperio.
Se intuye que los negocios de los Calafat no son demasiado limpios.
—No todos sus negocios son honestos. Tienen varios clubes en Ibiza, distintos tipos de negocios, y en muchos de éstos se venden drogas. Ellos son conscientes de ello y sacan un porcentaje de los beneficios.
Juan Diego Botto, en una imagen de la serie ‘White Lines', que se filmó en Mallorca.
Marta Milans es Kika, su hermana. ¿Qué relación tiene Oriol con ella?
—Una relación de hermanos, pero va más allá. Oriol siemrpe ha tenido envidia de Kika en el sentido de que es la favorita de su padre, la cuida, la mima, la envió fuera a estudiar tras lo que pasó con Axel. Kika no ha tenido que lidiar con la parte turbia de los negocios familiares y eso es algo que yo le reprocho mucho. Kika, en cambio, me ve como alguien que se ha dejado pervertir por los negocios turbios de su padre.
¿Y con Zoe, la hermana del asesinado que busca la verdad?
—Hace 20 años, Oriol tuvo mucha relación con Axel, el hermano de Zoe, y era parte de su grupo de amigos en el que también estaban Kika, que era su novio, y un grupo de Mánchester que vino con Axel a Ibiza. Pero pronto se sabrá que mi personaje se distanció de ellos por un motivo. Con Zoe la relación va a más y juntos descubren lo que le ocurrió a su hermano.
El actor observa su teléfono móvil con su compañera de reparto, la actriz Marta Milans.
¿Cómo calificaría una serie como 'White Lines'?
—Podría ser un thriller, tiene misterio y mucho humor también, es inclasificable. Tiene algo de Agatha Cristie, en el sentido de que todos son sospechosos del asesinato. El arco de emociones y sentimientos es muy amplio, están a flor de piel. Hay un momento de tragedia griega también, el abanico es muy complejo. Álex Pina siempre nos sorprende. Cuando leíamos el guión pensábamos: ‘No puede ser'.