El calendario cultural sigue mutando en plena crisis del COVID-19. Una de las primeras víctimas fue la celebración de Sant Jordi, la cita más importante para el sector del libro. Después de la reunión de ayer de la junta del Gremi de Llibreters se decidió que en Mallorca se realizaría el mismo día que Catalunya. En este sentido, Maria Barceló, presidenta en funciones de esta entidad, señaló que «estamos hablando de hacerlo por Sant Joan [24 de junio], pero todavía no podemos confirmarlo, dependerá de cómo siga avanzando la situación».
Además, el Gremi debatió sobre la Setmana del Llibre en Català. Este evento, que cae en noviembre, seguiría en pie para estas mismas fechas, pues todavía faltan varios meses. Sin embargo, sí que ya se ha resuelto cambiar su formato y, en vez de celebrarlo en Ses Estacions o el Aljub de Es Baluard (como fue el año pasado en su trigésima edición), lo trasladarán a cada una de las librerías participantes. «Es algo que ya hicimos hace unos años y esta vez hemos pensado que también sería una buena idea», apuntó Barceló.
Por último, la cita más cercana en el calendario y que, por lo tanto, todavía está en duda su celebración, es la Fira del Llibre, que acoge el céntrico Passeig del Born el último fin de semana de mayo y la primera semana de junio.
Por otra parte, Barceló se ha reunido con representantes del Govern y el Consell para debatir sobre la delicada situación que está viviendo el sector. En este sentido, Barceló advirtió de que «queremos pedir ayudas directas como sucede en los casos de catástrofes, porque lo que está pasando también lo es». «Queremos solicitar ayudas porque cuando abramos tendremos que hacer frente a unos gastos que no podremos cubrir hasta que no haya pasado cierto tiempo», añadió Barceló, que dirige estas demandas al Govern y al Consell, instituciones a las que también recuerda que «cuando esto pase hay que recordar a las escuelas e institutos que también acudan a las librerías para hacer sus compras».