Cada 21 de marzo, desde que la UNESCO lo proclamara en el año 1999, se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Poesía. Hoy, a pesar de las delicadas y desgraciadas circunstancias que vive la sociedad a nivel global debido a la crisis de la COVID-19 (coronavirus), también se respiran versos, lírica. Y lo hace como siempre o como nunca, ya que lectores y autores han ido compartiendo estos días de confinamiento en las redes sociales versos, e incluso recitales, para combatir el encierro involuntario.
Para celebrar esta importante cita cultural, Ultima Hora ha hablado con seis poetas de la Isla –Antònia Vicens, Hilari de Cara, Maria Antònia Massanet, Pau Vadell, Glòria Julià y Sebastià Perelló, quienes reflexionen sobre la situación crítica actual. Asimismo, también se les ha propuesto que cada uno escoja algunos versos de sus poemas preferidos, o bien que estén leyendo en estos momento.
Debate
¿Tiene o no la poesía un papel especial en estos momentos de confinamiento? Para Antònia Vicens, Premio Nacional de Poesía 2018 por Tots els cavalls, no lo tiene. «La poesía no es un paracetamol, te acompaña toda la vida. Es un misterio, como la vida que no entendemos. Si leemos se nos amplía la mirada con la que vemos los ojos de los demás, nos dignifica como personas porque tenemos más comprensión y sensibilidad, más empatía hacia las personas y hacia la naturaleza», asegura.
«Respiramos poesía y lo único que nos puede salvar es el amor y la bondad», insiste Vicens, que está leyendo el libro Política de poder, una traducción de la catalana Núria Busquet del poemario de Margaret Atwood (autora del éxito El cuento de la criada y su reciente secuela) y que hace poco publicó el sello local Lleonard Muntaner. En concreto, Vicens subraya el poema titulado Són nacions hostils.
Por su parte, el reconocido escritor Hilari de Cara, que cosecha distinciones como el Carles Ribes de Poesia o el de los Jocs Florals 2018, reconoce que «la poesía tiene muchísimas funciones, formas. Siempre refleja el tiempo, el corazón y el pensamiento del autor y del lector. Así, la poesía ahora refleja ese malestar que vivimos ahora».
El autor Quaderns del port (Proa, 2018), destaca unos versos dedicados a Hércules incluidos en el poemario Malencònics reflexos, que recientemente publicó Edicions Balèria, de Joan Antoni Cerrato.
Para Maria Antònia Massanet, escritora y organizadora del festival PoésArt de Artà, «la poesía es guarida y casa, da refugio, aporta consuelo, cura y salva. Es más necesaria que nunca». Además, advierte de que es «un potente medio de crítica, reflexión y subversión de la ideología dominante». Por ello, se decanta por el poema La duna i la cascada (Edicions 62, 2013), de Antonina Canyelles.
El poeta y editor Pau Vadell, autor de Terra llarga (LaBreu Edicions, 2019), coincide con Vicens y afirma que «confinado o no, vivo con, por y para la poesía». «Creo que, ahora mismo, hay tanta en redes porque es una manera de sacar el miedo que todos se están metiendo adentro. Es una forma humana de relacionarse sin mostrarse en exceso», detalla.
Vadell, también ganador de los Jocs Florals 2017 por Esquenes vinclades, se decanta por el poema titulado La poesia, que escribió Antonia Vicens en 2017 al ser escogida para crear el manifiesto-poema con motivo del Día Mundial de la Poesía.
Poeta y música, Glòria Julià, que forma parte del grupo Vers Endins, admite que «vivo la poesía con más intensidad que nunca». «Además de tener más tiempo para escribir, que es muy importante, también tengo más oportunidades de oírla en redes», añade. «Valoro y agradezco profundamente los gestos de solidaridad que están haciendo los artistas para hacer que esta temporada sea más fácil de sobrellevar», apunta. La autora reivindica una de las divises de Maria Mercè Marçal, Sal oberta (1982).
Finalmente, Sebastià Perelló alerta de que «la poesía se escribe siempre contra el confinamiento. Ya lo dice el poeta Miron Bialoszewski, ¿dónde están mis límite? Por ello, me gusta pensarla precisamente contra los confines y para poner voz al ansia de respirar libremente en medio de esta asfixia».
«Recomponerme»
A su vez, Perelló reclama «el espacio de escritura como lugar del desahucio. Deshacerme en los textos y recomponerme. De la escritura no sales nunca indemne. En los libros no busco un lugar fuera de peligro, sino para exponerme, dejar que me toquen». Al autor le viene a la cabeza el poema Reversibilitat, de Charles Baudelaire, y recomienda, en este sentido, la traducción de Xavier Benguerel de esta obra.
Antònia Vicens
Autor: Margaret Atwood
Libro: ‘Política de poder'
Poema: ‘Són nacions hostils'
Hilari de Cara
Autor: Joan Antoni Cerrato
Libro: ‘Malencònics reflexos'
Poema: Sin título
Maria Antònia Massanet
Autor: Antonina Canyelles
Libro: ‘La duna i la cascada'
Poema: Sin título
Pau Vadell
Autor: Antònia Vicens
Libro: Sin título
Poema: ‘La poesía'
Glrria Juliò
Autor: Maria Merçè Marçal
Libro: ‘Sal Oberta'
Poema: ‘Divisa'
Sebastià Perelló
Autor: Charles Baudelaire
Libro: ‘Les flors del mal'
Poema: ‘Reversibilitat'