Hay quien piensa que la lucha feminista, que hoy celebra su Día Internacional de la Mujer, es solamente cosa de mujeres. Si bien son ellas las que sufren sus consecuencias, el machismo y la violencia –que mata más que el coronavirus–, los hombres tienen algo que decir en esta delicada cuestión. Por ello, seis rostros de la cultura responden a la pregunta: «¿Cuál es el papel del hombre en la lucha feminista?». Responden el músico Luis Alberto Segura, el escritor Antoni Vidal Ferrando, el artista Julià Panadès, el cineasta Toni Bestard, el dramaturgo Rafa Gallego y el actor Toni Gomila.
«La lucha feminista nos compete a todos por igual. Uno de los puntos más importantes para resolver el sexismo y el machismo es la educación»
Luis Alberto Segura - MÚSICO
El exlíder de L.A., Luis Alberto Segura, lo tiene claro: «Lo primero es dejar de pensar que tenemos papeles determinados, todos deberíamos sentirnos parte de esta lucha». En este sentido, Segura advierte que «la gran mayoría hemos crecido en una sociedad patriarcal y por eso hay que estar atentos y detectar los micro machismos que hemos normalizado para poder erradicarlos. La clave para acabar con el sexismo y el machismo es la educación, criar a nuestros hijos en un ambiente de igualdad donde tengan libertad para expresarse, sin estereotipos».
«Las grandes luchas contra las injusticias tienen que hacerse al unísono y la mujer, por los ritmos de la historia, ha sido discriminada»
Antoni Vidal Ferrando -ESCRITOR
Con él coincide el autor Antoni Vidal Ferrando, que apunta que «las grandes luchas de la humanidad tienen que hacerse al unísono, porque todos somos personas. El hombre y la mujer tiene que tener los mismos derechos y oportunidades, pero por los ritmos de la historia no es así y ella ha sido discriminada. Hay que suprimir las desigualdades». A su vez, el escritor avisa que «estoy en contra de que cualquier realidad se convierta en dogma».
«Hay que replantearnos qué es ser hombre, cuestionar los privilegios y estar más en segunda fila, en una posición de observación y escucha»
Julià Panadès - ARTISTA
Para el artista y responsable del espacio TACA de Palma Julià Panadès «hay que ponerlo todo en cuestión, desaprender, replantearnos qué es ser hombre, observar nuestra forma de ser y estar, cuestionar los privilegios, estar más en segunda fila, en una posición de observación y escucha». Además, Panadès advierte que «hay que dejar de intentar ocupar las primeras líneas, donde el estatus social y la seguridad a veces nos impiden adoptar formas de ser y de crear mucho más abiertas y frágiles pero no menos válidas».
«Primero de todo, tenemos que aprender de las mujeres feministas que saben, acompañarlas en la lucha, escucharlas y saber apartarse cuando toca»
Rafa Gallego - DRAMATURGO
Así opina también Rafa Gallego, autor residente del Teatre Principal de Palma. «En primer lugar, hay que aprender de las que saben, de las mujeres feministas, y eso es lo que intento yo cada día. Afortunadamente estoy rodeado de compañeras, amigas, tías y mi madre que lo son y que han marcado muy en positivo mi vida. Por mucho que intentes ser feminista, tenemos que tener claro que tenemos unos vicios adquiridos que vienen de serie por el hecho de vivir en una sociedad patriarcal».
«El papel del hombre es el de admitir la normalidad; una mujer puede dirigir grandes filmes, escribir buenos libros, componer maravillosas canciones»
Toni Bestard -CINEASTA
Para el cineasta Toni Bestard «el papel del hombre es el de admitir la normalidad. La normalidad de que una mujer puede dirigir grandes películas, escribir buenos libros, componer maravillosas canciones». «Nuestro error sería apostillar estas palabras con la típica expresión «igual que el hombre» y no, porque la creatividad es innata en el ser humano, independientemente de su sexo», añade.
«Los hombres tenemos que hacer un esfuerzo por empatizar y hacer el ejercicio de evaluar constantemente nuestro comportamiento»
Toni Gomila -ACTOR
Por su parte, el actor Toni Gomila «es un tema complejo, pero creo que los hombres tenemos que hacer de entrada el esfuerzo de tomar conciencia. Digo esfuerzo porque el ejercicio de empatizar, de desmontar la manera de entender esta realidad, de comportarnos, implica el trabajo de evaluar nuestro comportamiento continuamente». «Hay que dejar de jugar a dos bandas, hacernos los igualitarios en un contexto y con el grupo de amigotes o en el bar comportarnos como primitivos».