Federico García Lorca ha unido durante su larga carrera a Nuria Espert (Santa Eulalia, l'Hospitalet, 1935) con el director Lluís Pasqual. Tras estrecha es esta relación que la actriz y directora se refiere a granadino como Federico, como si fuese alguien de la familia.
Espert estrena esta noche Romancero en el Teatre Principal de Palma, que también se representará mañana. Una revisión del poemario lorquiano salpicado de vivencias propias de la actriz, con versos «únicos que hablan de la sensualidad, la violencia, la poesía pura que se derrite como un heladito en la boca».
«Lo llamo espectáculo pero no sé cómo llamarlo. Porque es un recital de poesía y mucho más. Son recuerdos, mi trabajo y mi encuentro con la poesía de Lorca», explica la actriz, en cuyas manos, con solo ocho años, recayó un libro de Lorca editado en Buenos Aires. «Mi padre era un carpintero de l'Hospitalet del Llobregat aficionado a la poesía y leía y recitaba en casa», recuerda Espert. De hecho, sus padres se conocieron durante los ensayos de Terra baixa, de Àngel Guimerà y del personaje Na Nuri surgió su nombre.
«Mi padre no hablaba de la guerra. Todos los hombres callaban por miedo, e, pensar en como lo cambió todo con la derrota», deja caer la actriz.
Recital
Una guerra que acabó antes de tiempo con la vida de su querido Federico García Lorca: «Con él se fue todo lo que tenía dentro. Lo que dejó, por suerte, y no es tan corriente, es amado por todo el mundo. Desde sus primeros poemas y canciones hasta sus obras La casa de Bernarda Alba, Un poeta en Nueva York, Doña Rosita la soltera, Sonetos de amor oscuro...».
Nuria Espert reconoce que «yo le debo muchísimo a mi carrera y como persona. Le he recitado tantas veces, lo he dirigido en Londres. Junto a Pasqual, lo hemos llevado por el mundo. Pero en realidad es él, Federico, quien nos ha abierto todas las puertas».
La actriz y directora teatral advierte que el malogrado Lorca, víctima incómoda de la Guerra Civil, «conectó con la gente más modesta de nuestro país en la España de los años 30. Ahora él es estudiado en todas las universidades del mundo, reivindicado por grandes hispanistas. Lorca es una fuente que no para de dar agua».
Espert arranca hoy su año teatral en Palma con la representación de Romancero y le seguirá una gira con «unas sesenta representaciones por España y América Latina». A sus 85 años advierte que se jubilará «el día que no tenga ganas de actuar, o que dejen de llamarme. Pero eso no lo decide uno en mi profesión. Lo decide el tiempo, los contratos, el público y la memoria. Y a mí me gusta el teatro con toda el alma».
Al acabar la función de hoy está previsto un coloquio dentro del programa Principal Plus! con Rafel Gallego, periodista y dramaturgo (autor de la obra Amarg, sobre Lorca), y Patricia Trapero, doctora en Filología Hispánica de la UIB y colaboradora de Lluís Pasqual.