Vivió y pasó largas temporadas en Mallorca; estuvo en múltiples ocasiones en la redacción de nuestro periódico, entrevistó a Picasso en la Gaceta Literaria; y también fue amigo de Miró, porque al genio catalán y a nuestro protagonista, Juan Ramírez, les interesaba mucho la artesanía popular.
Juan Ramírez de Lucas (Albacete, 1917- Madrid, 2010) fue el último amor de García Lorca. Estuvo a punto de irse a México con él, pero el preceptivo certificado-permiso de su padre para hacer el viaje no llegaba. Si ese permiso hubiera llegado, o si Juan no hubiera sido menor de edad, Federico no habría sido asesinado. De hecho, el poeta granadino declinó la invitación de la actriz Margarita Xirgu de viajar a México la misma víspera del estallido de la Guerra Civil. Rechazó viajar por la pasión que sentía por su joven amigo Juan Ramírez.
Prueba de ello es el poema El rubio de Albacete, que le dedicó el primero de mayo de 1935 y que empieza así:«Aquel rubio de Albacete / vino, madre, y me miró. / ¡No lo puedo mirar yo!
40.000 piezas
Periodista –fue crítico de arte de ABC– y especialista en artesanía, Juan Ramírez reunió en sus infinitos viajes unas 40.000 piezas de arte popular de todo el mundo, que en su mayoría fueron depositadas en el Museo Internacional de Arte Popular del Mundo, en Albacete, el más importante en su género incluso en el plano internacional. Allí, por supuesto, no faltan los ‘siurells' y ‘pastorets' de Mallorca. El Museo de Albacete exhibe «los objetos más bellos que los seres humanos han elaborado para representar sus ideas más profundas», dice el centro en su presentación. De hecho, el visitante encuentra desde magníficas colecciones de abanicos, alfombras, muebles, máscaras, marionetas, juguetes, vestidos, instrumentos musicales y cientos y cientos de adornos, objetos rituales...
La obra maestra de Ramírez es Arte popular, editada en 1976 y que recibió aquel año el premio al libro mejor editado en España.