El director de cine mallorquín David Sousa Moreau, de 40 años, prepara el estreno en Palma del thriller filosófico Reevolution, protagonizado por Leo Rivera (Volver), Fele Martínez (Tesis y Abre los ojos) y Gorka Otxoa (premio Goya por Pagafantas). El filme, estrenado el pasado 7 de noviembre, sigue en cartelera en el Cine Renoir Princesa de Madrid. Sousa con 6.000 euros ha rodado una película valorada en 3,5 millones. «Si hubiese sido una producción estadounidense, habría costado 15 millones», señala quien empezó a escribir el guión hace 17 años en Santa Ponsa y figura en 14 precandidaturas de los Goya 2020. Hay críticas que la califican de «obra maestra».
¿De qué va Reevolution?
—Es la historia de cuatro personas a las que la vida ha llevado al límite; están en plena crisis personal y social, se conocen, se inspiran, y deciden cambiar la humanidad para siempre.
Los críticos, que le dan muy buena nota, califican el filme como ‘thriller de acción'. ¿Es solo eso o hay algo más?
—Es un thriller de acción filosófico. Porque hace pensar mucho.
¿Obliga a reflexionar sobre el origen de la crisis actual?
—Sobre muchísimas cosas. Es la típica cinta de la que sales con la cabeza muy caliente. Tiene un primer visionado solo de acción; y un segundo en profundidad.
Las críticas le dan una nota ocho para arriba. ¿Cómo se explica que se proyecte en un prestigioso, aunque pequeño cine?
—Es una película de bajo presupuesto, que bate el récord del mundo en valor de producción, y donde más se nota es en las escenas de acción, que son alucinantes, por lo que gustará a los amantes del cine americano bien rodado.
¿No hubo interés de otros exhibidores pese a la buena recepción por parte de público y prensa?
—Es una película muy arriesgada por la que nadie quiso apostar pese al elenco. Es cine diferente, inteligente, lejos de la comedia romántica o del thriller español clásico, lo que descoloca a productores y distribuidores. Finalmente, aparecieron Juan y Suso, de Festival Films, que apostaron por nosotros, aunque me advirtieron: «Nos vamos a pegar una buena ostia».
Y ahí empezó la andadura de Reevolution en Madrid.
—La idea era salir con diez copias, pero era un suicidio competir con Joker o Terminator. Entonces, decidimos cambiar el concepto de distribución haciéndolo solo en Madrid para aprovechar los contactos. Y observamos cómo la prensa reaccionó muy bien; y el público, mejor.
¿El largometraje se dirige a todos los públicos?
—Tenemos dos tipos muy marcados. Al que le gusta el cine de pensar, personas con inquietudes; y a quienes le gusta Fast and Furious y Transformers, que disfrutan de un thriller de acción y salen contentos diciendo «me han hecho pensar».
¿Reevolution se proyectará en Mallorca?
—Estamos negociando para estrenarla en CineCiutat. Después queremos ir a Barcelona, País Vasco... Es una cinta que se ha hecho de manera muy pequeña, pero que ha quedado muy grande. No hay medios, pero en el equipo sobra pasión, energía y fuerza.
Han dicho de Reevolution que aúna la acción de V de Vendetta con la filosofía de La rebelión de Atlas.
—Lo escribió Jo Ann Skousen, directora del Freedom Fest de Las Vegas, donde, en 2017, ganamos el premio a la mejor película del año. La estética no es la de V de Vendetta pero sí la acción, aunque la compararía más a Heat o El mito de Burne.
¿Una de las ideas principales de la película es cambiar el mundo?
—Sí.
Pero siempre habrá alguien en el poder o moviendo los hilos...
—Antes pensaba eso mismo, pero ahora veo que nadie mueve los hilos y que todo el mundo va de puto culo.
Al ver el tráiler se vislumbra una factura perfecta al estilo estadounidense.
—La película es asquerosamente efectista, lo reconozco. Me encanta el cine yanqui y quiero que sea atractivo. Mi objetivo es hacer cine inteligente para la masa y necesitaba dos ingredientes: espectáculo y efectismo... para luego introducir un mensaje durísimo que a cada persona le hiciera reaccionar y replantearse cuáles son sus actos como individuos.