A los pies de la Cartoixa de Valldemossa, el cantante y compositor argentino Coti actuará este jueves, a las 19.30, en una velada gastro-artística y ante un público dispuesto a disfrutar del vino y de la música. Con una carrera marcada por grandes éxitos que forman parte de la banda sonora de la generación de los 2000, Coti se embarca ahora de un modo más profesional en la enología, donde admite «disfrutar de algo que empezó como un simple juego». Su vino, Verso, será también protagonista de este evento en el Hotel Valldemossa, que permitirá disfrutar del talento del argentino, en plena gira por toda España con su disco Coti Sorokin y los brillantes en el teatro Colón.
Después de todos estos años de carrera musical, ¿cómo se afronta seguir de gira entre España y Latinoamérica?
— Con la misma ilusión de aquellos primeros conciertos y viajes pero renovada. Mantengo esa esencia y llegar aquí a Mallorca, a un lugar que no conocía como es Valldemosa, me sigue generando una ilusión que no se ha perdido con los años.
¿Cómo siente que le recibe el público español cada vez que presenta un nuevo proyecto o vuelve con sus clásicos?
— Siempre muy bien. Llegué aquí, siendo un absoluto desconocido, y desde Antes que ver el sol, la primera canción que pegó muy fuerte entre el público, la gente empezó a adoptar mi música, a escucharla y al final me empecé a sentir cada vez más cómodo aquí, me quedé a vivir y si bien ahora vivo entre Buenos Aires y Madrid, siento un vínculo muy fuerte con España.
Tras grabar su último disco en directo desde el Teatro Colón de Buenos Aires, ¿ha pensado en repetir la experiencia en algún otro lugar?
— Sí, e incluso he pensado en repetirla en el mismo Colón, que creo que es algo que no han hecho muchos artistas. Lo primero que me gustaría sería hacer la presentación del propio disco en su lugar de origen. Siento que presentarlo en cualquier otro sitio sería casi herejía.
Después de haber marcado la década de los 2000 con éxitos como 'Nada de esto fue un error', ¿cómo es ahora acercarse a una nueva generación que no ha vivido el nacimiento de esas canciones?
— Yo me sorprendo cada día más cuando veo en los conciertos a gente muy joven cantando mis canciones, que igual incluso les enseñaron en el colegio o la escucharon en casa, porque dudo mucho que las conociesen a través de la radio. Uno entra en YouTube o Spotify, que aunque son plataformas donde todos consumimos es cierto que la gente joven está muy hecha a ellas, y uno se encuentra con que estas canciones tienen millones de reproducciones. Creo que hay un puñado de todo mi repertorio que ha ido trascendiendo y traspasado generaciones y fronteras y hace que quizás un niño ocho años, sin saber quién es Coti, se sepa la letra de Color esperanza.
¿Qué es más complicado, escribir un hit o mantenerse en el mundo de la música?
— Escribir una canción que se haga muy popular es difícil. Un hit, al final, está relacionado con algo fugaz, que tiene que ver con una acción de marketing que con algo genuino que trasciende generaciones. Yo he tenido la suerte de contar con unas cuantas canciones que creo lo han logrado y no es algo que sea muy sencillo de conseguir.
¿Cómo describirías el momento musical que esta viviendo ahora?
— Cada etapa tiene su magia. Ahora siento que estoy en un momento donde se combinan la hiperproducción, pudiendo hacer muchísimos conciertos que disfruto incluso más que antes, y la posibilidad de hacer lo que quiera y cómo quiera, que es algo que te da la experiencia. Además siento que tengo la fuerza física y anímica para afrontar toda clase de proyectos. Año tras año, me sorprendo de haber podido seguir haciendo música.