Gregory Porter es, en la actualidad, una de las mejores voces del blues. Es un habitual de la televisión británica, gracias a los legendarios Jools Holland, y ha participado en festivales como el Pyramid Stage del Glastonbury, en 2016, entre otras importantes citas musicales.
Al cantar Times goes by, habrá muy pocos admiradores de este género que no se puedan sentir atraídos por su impresionante voz, así como por su estatura. No en vano, como estudiante universitario se preparó para ser un profesional del fútbol americano, pero una lesión acabó con ese sueño inicial, pero fue la música lo que le salvó. El artista, que consiguió ser número uno en iTunes y en Amazon en el Reino Unido, abrirá el Festival de Música de Port Adriano el próximo 21 de julio.
Hace tan solo unos días, antes de ofrecer un concierto en Ibiza, Gregory Porter tuvo unas palabras para esta entrevista mientras disfrutaba de aceitunas locales frescas y un mojito, al mismo tiempo que se relajaba en la playa. «Acabo de aterrizar de los Estados Unidos, por lo que estoy relajándome y disfrutando la sensaciones aquí [en Ibiza], es genial», contó Porter.
A pesar de su rango de voz, el vocalista canta gospel y jazz; de hecho, el artista ganó el Premio Grammy al Mejor Álbum Vocal de Jazz en 2014 por Liquid Spirit, y en 2017, por Take Me to the Alley, aunque él prefiere ser considerado como un cantante de blues. «Y es que el blues es la raíz de lo que soy, es lo que pienso, el blues tiene claridad, dignidad y es sincero, no importa lo complejo que sea. Mi complejidad proviene de los altibajos de la vida. Crecí rodeado de música, mi madre era religiosa y el Evangelio de la iglesia me acompañó desde el principio, siempre cantábamos en casa. Cuando decorábamos, limpiábamos o trabajábamos en el patio, mi madre y yo siempre cantábamos, o en reuniones familiares; mi vida está llena de canciones y sí, el Evangelio tuvo una gran influencia en mí, es emocional y expresivo», sostiene Gregory Porter.
«Además», prosigue el cantante, «crecí escuchando una gran colección de discos, todos los grandes cantantes de blues y jazz, pero también de country, nadie tiene el monopolio de la buena composición de canciones y el canto». «Al principio tuve dificultades para tratar de averiguar qué quería hacer, qué camino quería seguir, qué tipo de viaje quería emprender. Sí, siempre me encantó cantar y escribir, especialmente sobre el amor y la amistad, así que el respeto se ha convertido en mi tema, en mi historia».
En este sentido, Porter aclara que «me gusta escribir sobre el respeto, pero eso, a menudo, viene de la falta de respeto, del dolor y del maltrato, y miro a la gente, a la gente pequeña, y trato de contarles una historia. Todos tienen una historia cualquiera que sea su trabajo, ya sea la señora que acaba de registrarme en el hotel o las personas que amablemente limpiaron mi habitación antes de que yo llegara, todas tienen una historia, pero a veces no las conozco, así que la imaginaré». De esta forma, a través de su música «seguiré hablando en nombre de las personas que están siendo pisoteadas y ahora mismo, en mi país de origen, en Estados Unidos, mucha gente pequeña está siendo pisoteada. Nosotros no estamos en un buen lugar en este momento, no es la experiencia democrática que se esperaba, pero tengo la esperanza de que la mayoría de las personas finalmente recordarán quiénes somos y qué representamos, en oposición a la versión de Donald Trump».
Sobre sus referentes musicales, Gregory Porter tiene claro un nombre: Nat King Cole. «Me inspiró cuando yo era un niño, de seis y siete años; mi madre tenía discos de grandes éxitos de Nat King Cole y muchas de sus canciones llenaron el vacío de mi padre, que siempre estuvo ausente. Su música me dio las instrucciones y la orientación que nunca recibí de mi padre, canciones como Nature Boy, Smile o Pick Yourself Up fueron mi figura paterna y nunca lo he olvidado». Es una de las razones por las que «suelo cantar temas de Nat King Cole y por la que grabé el álbum Nat King Cole & Me en 2017, supongo que era mi manera de decir ‘gracias'», sostiene.
Actualmente, Gregory Porter está trabajando «con el hijo de Willie Nelson, Lukas, hay algo nuevo y diferente en él, y quiero saber qué está pasando, cuál es la historia y cómo me acerco a la vida y a la gente en general».
«Al final del día, todos somos humanos, ya sea que seamos negros, blancos, italianos, alemanes, españoles, británicos, asiáticos, hay una historia universal, y eso es humanidad y respeto», concluye.