Como hace 3.000 años no es un espectáculo nuevo, pero Héctor Alterio (Buenos Aires, 1929) asegura que «en cada función estreno». Acompañado por la guitarra de José Luis Merlín, Alterio regresa a la Isla con este proyecto, que recuerda la figura del poeta León Felipe. El recital abrirá el Festival de Poesia de la Mediterrània, este sábado, a las 20.30 horas, en el Xesc Forteza de Palma.
¿Qué pasó hace 3.000 años?
— El gran poeta griego Homero convocaba a cientos de miles de personas, que se congregaban para escucharlo recitar versos. Es lo que nos gustaría conseguir a José Luis Merlín y a mí con este espectáculo, que viniera mucha gente para escuchar poesía. El título, que hace referencia a una obra de Esteban Agüero, es una expresión de deseo.
León Felipe es uno de los grandes protagonistas de la obra. ¿Por qué?
— Lo conocí de adolescente en Buenos Aires cuando estaba exiliado en México y venía con cierta frecuencia a la capital. Descubrí su obra hace muchísimo tiempo y me impactó muchísimo. Sentí mucho su muerte, en 1968, aunque cada uno fue por derroteros diferentes. Cuando falleció, yo estaba en Madrid haciendo teatro. Al cabo de un tiempo surgió la posibilidad de hacer recitales con José Luis Merlín. Y así han pasado... creo que más de 15 años.
No es la primera vez que viene a la Isla, hace diez años vino al Teatre Principal de Palma.
— Sí, y guardo muy buenos recuerdos de ello. He venido también a Menorca, pero sobre todo cuando mis hijos eran más pequeños [los actores Ernesto y Malena Alterio]. Estoy muy orgullosos de ellos, se han tomado el oficio con seriedad y profesionalidad.
En esta ocasión se celebra el Festival de Poesia de la Mediterrània, debe de ser más especial todavía.
— Sí, es muy especial. Las producciones de León Felipe están llenas de variedades y de contradicciones, pero lo hace todo verdadero y me siento muy bien al interpretar sus versos.
¿Cambia el repertorio?
— Ocurre mucho que el público nos pide más y hacemos bises, así que siempre tenemos algunos reservados. El espectáculo dura, más o menos, una hora y media. La gran acogida del público es muy gratificante, creo que tenemos un gran poder de convocatoria.
¿Recita o interpreta?
— Interpreto. No es un recital de poesía al uso. Creo que la poesía tiene que interpretarse. Como propuesta teatral, lo único que me preocupa es trasmitir esa verdad de los poemas. Para bien o para mal, de interpretar sé un rato. Pero es imposible interpretar algo si no crees en eso, si no lo sientes tuyo.
Ha trabajado en teatro, cine y televisión. ¿Son lenguajes tan diferentes?
— Creo que solamente el teatro me da la posibilidad de ser el dueño de lo que hago. Además, tengo una gran responsabilidad porque el espectador tiene que ver un estreno cada vez, algo diferente de la noche anterior. Paga por ver un espectáculo y yo vivo de eso. Es un compromiso moral y estético.
Usted y Felipe estuvieron exiliados. ¿Cómo ve el panorama político actual?
— Estoy esperanzado, creo que la situación mejorará, aunque la gente tiene que ir a votar en las elecciones. Eso es muy importante.