Domingo Zapata celebró anoche su 44 cumpleaños en Palma, en es Baluard. Y lo hizo entre familiares -estaba su madre, Isabel García y unos primos de ella- y amigos. Llegó con cierto retraso, todo porque viajaba desde Madrid, donde la niebla había obligado a aplazar la salida de su vuelo cerca de hora y media. «Hace dos meses que estoy volando a todas partes del mundo, sin problemas -dijo el afamado pintor-, y el retraso se ha producido en un vuelo a Palma, con gente esperándome. Lo siento».
Además de su madre, familiares y amigos, Zapata fue recibido por la Escola de Música i Danses de Mallorca, que ofreció una serie de bailes en su honor.
El pintor, que reside en Nueva York, manifestó sentirse muy feliz celebrando su cumpleaños en Palma: «No lo hacía en mi tierra desde hace 20 años. Por eso estoy muy contento de estar esta noche aquí».
Zapata está trabajando en una escultura que colocará frente al Palau de Congresos el mes de febrero. «Es una escultura muy mallorquina, pues parte de ella es de marés. Por las noches quedará iluminada».