La solidaridad hacia los damnificados por la riada del Llevant tuvo este lunes a la Seu de Mallorca como escenario en un día en el que las lluvias, aunque menos intensas, seguían cayendo sobre la Isla.
La Catedral se llenó de música y de un recuerdo cálido hacia los afectados, a los que irá destinada la recaudación. Las entradas se vendieron entre 15 y 25 euros, sin contar la ‘fila 0'.
La Orquestra Simfònica dirigida por Pablo Mielgo y la Coral Universitària interpretaron la pieza Nänie, de Brahmns, así como Cantique de Jean Racine y Réquiem, ambas de Fauré, éste último como un «canto a la esperanza». También colaboraron desinteresadamente los solistas invitados: Lisa Larsson y Enric Martínez Castignani.
Entre las autoridades que asistieron a la velada, se encontraban la vicepresidenta Bel Busquets; el alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigròs; las conselleras Fina Santiago y Fanny Tur; y el rector de la UIB, Llorenç Huguet. También estaban presentes, entre muchos otros, el obispo Sebastià Taltavull y Tomeu Català, de Projecte Home.