No querían hacer esperar al público que llevaba horas esperando a las puerta del polideportivo Mateu Cañellas de Inca. Los 16 triunfitos de esta edición de Operación Triunfo salieron puntales al escenario bajo las primeras notas de la canción I?m still standing, de Elton John.
Más de 11.000 personas sucumbieron en la noche de este miércoles, en el Poliesportiu Mateu Cañellas de Inca, al mayor fenómeno musical y social de los últimos años en España, Operación Triunfo. Una cita histórica que recordó a cuando los ?triunfitos? de la primera edición del talent-show revolucionaron el estadio Son Moix de Palma en el año 2002. En esta ocasión, los protagonistas: Amaia Romero, Aitana, Miriam Rodríguez, Alfred García, Ana Guerra, Agoney, Roi, Cepeda, Nerea, Marina, Juan Antonio, Thalía, Raoul, Mireya, Mimi y el mallorquín Ricky Merino, anfitrión de este concierto, hicieron las delicias de los ayer enloquecidos fans de este concurso que ha dado un nuevo vuelco al mercado musical.
Pasadas las 21.30, los primeros acordes empezaron a sonar y las pantallas a mostrar imágenes de las galas del famoso programa, provocando un frenesí entre los miles y miles de asistentes, un público, sobre todo, joven, adolescente y familiar. Llegó el momento de arrancar y sonó I?m still standing. Los gritos ensordecedores de los allí presentes no se hicieron esperar y, en ese momento, saltaron al escenario los dieciséis cantantes, con fuerza y garra, constatando que uno de los secretos de su éxito es la complicidad y el ?buen rollo? entre ellos.
El siguiente en tomar el mando fue, precisamente, Ricky Merino. El palmesano interpretó una de sus canciones más conocidas de su paso por la Academia, Let me entertain you, de Robbie Williams. «Bona nit, Mallorca, a la fi som a ca nostra», gritó el vocalista, quien recordó «cuando venía a hacer teatro a Inca». Tras sus palabras, hubo una pausa inesperada de tres minutos.
A éste tema le siguieron Todas las flores, de Amaia y Ana Guerra; Corre, de Mireia y Juan Antonio; The voice within, a cargo de Marina, y Miriam Rodríguez, tercera finalista, cantó Invisible, de Malú. A partir de ese instante, el termómetro se disparó y no cesó hasta el final del recital.
Antes del final, Ricky Merino desveló la sorpresa que tenía preparada «para este concierto». El artista se atrevió con La Balanguera, el himno de Mallorca ?recordando a Chenoa, quien también cantó esta canción en el concierto de 2002?. Le acompañó Manu Guix al piano, en el que fue su «regalo» para los asistentes.