La artista plástica Concha Jerez, que ha obtenido este martes el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2017 por su rigor y compromiso, ha reconocido que sus obras son «la respuesta natural» a momentos determinados de la vida, como la dictadura franquista que, a su entender, aún no está «cerrada».
«Mis obras son algo natural que salen en un momento determinado, como cuando empecé a hacer obras con escritos auto censurados. Para mi eran natural porque estaba viviendo en una dictadura franquista, que no estoy muy segura que no se ha cerrado todavía», ha declarado la artista (Las Palmas, 1941) tras conocer la noticia.
El jurado, según ha informado el Ministerio en una nota, ha valorado que la obra de Jerez y sus «propuestas intermedia» denotan su «carácter innovador» y es «sobresaliente» su influencia en varias generaciones de creadores, su vocación docente y su compromiso con la comunidad artística.
Algo que también destaca ya que su parte docente ha sido y es «importantísima» en su vida profesional.
«Uno tiene que reflexionar mucho para enseñar a los demás y para ver, cuando te presentan una obra de creación, que es lo esencial y no imponer tus criterios, sino ver lo que quiere la persona que tienes delante. Y, desde el origen de lo que quiere hacer hasta lo que hace, comprobar si hay una fluidez y hay un diálogo; yo siempre me he considerado como una asesora docente», ha puntualizado.
Eso sí, según ha reconocido la artista, prefiere no ser inspiración para sus alumnos, porque lo que más valora son los trabajos que «menos se parecen» al suyo.
El galardón, que se concede desde 2002, recompensa la totalidad de la obra plástica de un creador del ámbito iberoamericano y su aportación sobresaliente a la cultura hispánica.
Jerez, que se licenció en Ciencias Políticas y cursó la carrera de Piano en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, pertenece a la primera generación que en España se adscribe al arte conceptual en diálogo con la producción Fluxus y con la del grupo español ZAJ.
Desde 1976, Jerez, que en los últimos 25 años ha colaborado de forma continuada con el artista y compositor José Iges, explora el territorio de la instalación in situ a través de proyectos de gran envergadura.
«Mi padre era pintor e iba desde pequeña los domingos al Museo del Prado, al de Arte Moderno, al Sorolla y era algo con lo que estaba familiarizada, pero en un momento dado ya me tuve que dedicar al arte visual porque era una necesidad y cuando es una necesidad es algo imperioso que te lleva a hacerlo», ha aseverado.
Según ha confesado a Efe, los 100.000 euros del galardón irán destinados a «cubrir gastos» porque «ahora mismo» se encuentra en «números rojos». «Primero me los voy a quitar, y luego voy a comprar tiempo libre para poder trabajar más», ha matizado.
Jerez ha expuesto de forma continuada en España, Portugal, Francia, Bélgica, Estados Unidos o Venezuela y sus obras están en museos como el Moderner Kunst Museum de Nörkoping (Suecia), el Reina Sofía de Madrid o el MUSAC de León.
También ha sido reconocida con la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes 2011 y el Premio Nacional de Artes Plásticas 2015, por lo que ha expresado sentirse «bien servida» de reconocimientos. También ha sido profesora asociada de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca entre 1991 y 2012.
El jurado del premio, presidido por Luis Lafuente, ha estado compuesto por Miguel Álvarez-Fernández, Juan Antonio Álvarez Reyes, Daniel Castillejo, Aníbal Jozami, Glòria Picazo e Inés Rodríguez.