El Pescao ha dejado de ser la marca comercial de David Otero, miembro de El Canto del Loco (un proyecto que sigue en paréntesis creativo). Y es que con el homónimo David Otero (2017) este músico hecho a sí mismo, precoz y autodidacta ha enterrado a su alter ego bajo doce canciones espinosas en las que la serenidad le gana la partida al himno saltarín. Parece como si sus 37 primaveras le hayan empujado a las trincheras de la madurez, y en ese cálido refugio ha encontrado la inspiración para armar un repertorio que, eso sí, sigue jugando con el libro de estilo del pop-rock, aunque enriqueciendo considerablemente su contenido. El madrileño presentará su último trabajo el próximo 20 de octubre en Trui Teatre de Palma.
David Otero es el tercer disco del cantante, que coloca su nombre al frente de su proyecto en solitario, relegando de ese modo su anterior alias artístico. El músico explicó que tomó la decisión tras una conversación existencial con el humorista David Guapo. En su nueva etapa, Otero muestra su perfil más intimista, el resultado son doce temas que hablan sobre diferentes pasajes del amor y su búsqueda, y que rematan, a la postre, su trabajo más vitalista y optimista hasta la fecha. Lo confirman canciones como Micromagia, un tema que ensalza las pequeñas cosas, restando énfasis a las grandes metas que, a veces, terminan por ahogarnos. El disco cuenta con temas compuestos al alimón junto a artistas como Jorge Ruiz, de Maldita Nerea; y Diego Cantero, de Funambulista. También ha colaborado en tareas compositivas Raúl Galván, guitarrista de la banda que acompaña sobre el escenario a David Otero.