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«Educación y mediación» nutren el Casal Solleric de Sebastià Mascaró

El director del Casal Solleric, Sebastià Mascaró. | Joan Torres

| Palma |

«Acercarnos a la ciudadanía, a nuevos públicos y hacer del Solleric y Ses Voltes centros de cultura contemporánea más allá de salas de exposiciones». Este es el «gran reto» que se ha marcado el nuevo responsable del Casal Solleric de Palma y director d'Arts Visuals i Programes Públics del Ajuntament, Sebastià Mascaró. Sus armas serán «la educación y la mediación», y en cuanto al programa expositivo hasta finales de este 2017, los ejes serán «el género y la memoria histórica». Estos planes, «en los que ya estamos trabajando», se materializarán a partir de septiembre con una serie de cambios y novedades.

Uno de los primeros pasos de Sebastià Mascaró –hasta ahora responsable del área de Educació, durante doce años, en el Museu Es Baluard– al frente del Casal Solleric ha sido «remodelar» sus salas, recuperar otras, cambiar su denominación y dotarlas de contenido a partir de septiembre. Sus líneas serán «movimiento LGTBIQ, memoria histórica, género y salud», siempre bajo criterios de «calidad y que inviten a la reflexión». Así, el Espai Born pasará a ser Planta Baixa, donde se inaugurará una muestra de Carmela García, en la que ofrecerá «su visión de género» con el proyecto fotográfico I want to be. La Planta Noble se dividirá en dos espacios –con una nueva sala, destinada talleres educativos– y allí se exhibirán Encara açí (Still here), en la que el documentalista y experto en narrativa textual Pepe Miralles repasará veinte años de lucha contra el VIH, y una revisión «de la memòria histórica desde el punto de vista del patrimonio franquista» a cargo de Fernando Sánchez Castillo.

Por otra parte, Mascaró recuperará Box 27, el escaparate «24 horas» del Solleric al Passeig del Born, de nuevo comisariado por Tolo Cañellas y con una primera intervención protagonizada por Andrés Senra y su «reivindicación de los derechos del colectivo LGTBI». Además, el Aljub pasará a llamarse Dipòsit, «puesto que en el pasado fue un depósito de aceite», para el que ahora se está cerrando una exposición de un creador local. Aún así, y pese a que las líneas de actuación en torno a género y memoria histórica «continuarán en 2018, no nos cerramos a otras temáticas o a otro tipo de creación», apostilló. Otra novedad destacada será «la contratación», mediante una convocatoria pública, de una figura nueva y «hasta ahora» sin presencia en el Solleric, la «de un educador o educadora», quien se encargará de una labor «fundamental» y eje principal de la gestión del nuevo responsable del Solleric.

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