El profesor mallorquín Joan Buades ha ganado este jueves el XLVI Premio Crexells de novela catalana, que concede el Ateneu Barcelonès, con la obra «Crui. Els portadors de la torxa», una historia moral que ofrece diferentes lecturas, publicada gracias a las aportaciones conseguidas a través de un micromecenazgo.
El jurado del Crexells, formado por Mita Casacuberta, David Castillo, Rosa Delor, Anton M. Espadaler, Jordi Llovet y Patrícia Gabancho, ha considerado «excelente» esta «novela de ideas», editada por la pequeña editorial ibicenca Edicions Aïllades, gracias a 67 aportaciones conseguidas en la plataforma Verkami.
Castillo ha remarcado que se trata de un libro de autoedición, rechazado por una quincena de editoriales en Barcelona, Valencia y Baleares, en la que el boom turístico, las elites franquistas o los agujeros negros de las finanzas tienen su peso.
Para Jordi Llovet, en un momento en el que en Cataluña «hay poco movimiento intelectual, esta novela tiene una gran dimensión intelectual». «Es una de las pocas novelas de ideas que se han producido en los últimos años», ha apostillado.
Junto a esta obra, que hoy sólo se puede adquirir a través de internet, aunque podría reeditarse en otoño, han quedado finalistas otras dos novelas de autores mallorquines, «Continents» (Empúries), de Andreu Gomila, y «Eren ells» (Angle), de Carles Rebassa.
Buades, actualmente profesor en un instituto público de Barcelona y que debuta en la narrativa, es autor de cinco libros de ensayo, pero al cumplir 50 años hace cuatro decidió, según ha explicado hoy, hacerse un regalo y «mostrar los claroscuros del mundo en el que vivimos».
En «Crui. Els portadors de la torxa» explora los límites del mal y también «la capacidad individual y colectiva de construir relatos perfectos allí donde la vida está hecha de zurcidos y rendijas».
Lo que ha querido, principalmente, es «escribir una novela que pareciera europea» con un protagonista que es un hombre de 95 años, llamado Albert Leuven, millonario y filántropo belga, residente en Mallorca, que organiza una fiesta de celebración de aniversario.
Sin embargo, un hecho inesperado abrirá una grieta en su vida, pasando ante sus ojos la historia de Europa de los últimos cien años.
En el trasfondo de la novela hay tres hilos, según su autor, «el totalitarismo, el turismo y los agujeros negros del capitalismo, que son los paraísos fiscales, con un gran peso de la City de Londres y las Islas Caimán».
Buades ha destacado que le interesa mucho la idea del mal. «El mundo no va bien y la literatura debe servir para explorar cómo funciona el mal», ha apuntado.
Lector de los clásicos alemanes y de autores como Elias Canetti, Thomas Bernhard, Sándor Márai o Stefan Zweig, el escritor, que también ha sido político en Ibiza y bibliotecario, cree que hoy se vive «un momento crepuscular de la humanidad, en el que una parte enorme está siendo tratada como los antiguos judíos».
Tras defender que una «cultura rica necesita de la periferia, la heterodoxia y los extremos», también ha reconocido que su novela «no es para todo el mundo».
Decano de los premios de novela catalana, el Crexells, que este año ha vuelto a apostar por un jurado de expertos, que será renovado en la próxima edición, se entrega a obra publicada y fue creado en el año 1928 en honor del intelectual Joan Crexells.
A lo largo del tiempo lo han ganado, entre otros, Pere Calders, Baltasar Porcel, Pere Gimferrer, Jesús Moncada, Carme Riera, Joan Francesc Mira, Jaume Cabré, Pep Coll o los valencianos Manuel Baixauli y Joan Benesiu en los dos últimos años.