El Passeig des Born se convirtió este miércoles en un termómetro de la actividad musical en Ciutat. Son pocas las veces que se utiliza para conciertos, pero cuando lo hace suele marcar diferencias. En esta ocasión, Conxa Buika se encargó de llenar el espacio acotado por Cort. La mallorquina, una de las más fervientes embajadoras de la fusión, bendecida con un caudaloso registro vocal, ofreció un recital gratuito arropada por la Orquestra Simfònica de Balears, dirigida por Toni Cuenca.
La velada, que contó con un buen dispositivo sonoro, arrancó con Mi niña Lola, uno de los ‘retoños primerizos' de una Buika que presumió de versatilidad vocal ante un auditorio entregado, que la recibió con una salva de aplausos, lo que se dice llegar y besar el santo.
Quedaban una quincena de canciones por delante, en las que la artista de Es Molinar transitaría por los jugosos terrenos del flamenco, el jazz y las músicas del mundo para conmemorar el Día Europeo de la Música. El concierto discurrió sin prisa y despojado de la pompa y solemnidad que acompaña al formato sinfónico.