Marina Abramovic (Belgrado, 1946) es una artista conceptual que en los años setenta del pasado siglo rompió barreras en el arte como parte de un grupo de creadores, la mayoría fallecidos, que utilizaron la performance redimensionando los límites de la plástica utilizando su cuerpo como herramienta. En su caso, siempre en relación con el público, ya que el espectador y sus reacciones a las propuestas son parte fundamental de su trabajo.
En 1996, la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma expuso una antológica de su obra con trabajos realizados desde 1975, y, ahora, la galería Horrach Moyà, de la Plaça de la Drassana muestra tres vídeos de su época más radical en los que grita, baila desnuda o repite palabras. La exposición se inaugura este martes a las 20.00 horas.
La artista opinó este lunes que estas piezas, The Freeing Series, continúan vigentes porque fueron realizadas en un momento en el que quería «liberarme de mi pasado y poder empezar una nueva vida», salir de una situación de «autoritarismo». Sin embargo, no dejó su país «por razones políticas», sino por «amor», aunque estas piezas puedan ser recibidas aún hoy como voces de libertad en medio del caos en el que vive el mundo.