Uno de los millones de turistas que visitan la Catedral rompió por accidente, hace algunos días, una de las baldosas del templo más importante de Mallorca y destapó una tumba datada en el siglo XVII en la Capella de Sant Martí, próxima a la del Santíssim, donde se encuentra la intervención de Miquel Barceló.
El pavimento de esta zona ya ha sido reparada, una ejecución que se ha hecho bajo el control arqueológico de Elvira González, responsable de revisar la retirada del pavimento arqueológico, todo ello bajo la supervisión del Servicio de Patrimoni del Consell.
Los trabajos de reparación y refuerzo del suelo se han extendido a una zona próxima, de la misma crujía, pues presentaba un pandeo de la superficie que tenía que ser revisado necesariamente para evitar daños. Allí, además, se encuentran otras siete lápidas con diferentes inscripciones.