Hace más de 50 años, tocar rock and roll entraba en la categoría de heroicidades. No había instrumentos, ni discos, ni apenas información. Con todo, aún existen bandas que creen que el buen rock no debe recrearse en florituras, ha de conservar su clasicismo y permanecer «ajeno a modas y tendencias». Una de esas bandas es Urtain. Los mallorquines ultiman la grabación de su inminente cuarto LP, que contará con la colaboración de Ariel Rot.
En su tercer disco, el grupo dio muestras de madurez, trabajando un rock sólido de textos reflexivos; y ahora ha parido doce canciones «puramente emocionales, porque cuando uno graba tiene que darlo todo, en estos tiempos que corren nunca se sabe si será la última vez», señala Julio Molina, líder del conjunto.
Por el momento, el trabajo carece de título: «Buscamos algo que encaje con el momento que estamos viviendo, es algo más que una decisión estética». Grabado en los estudios Diorama Sound (Palma) «en directo, tocando todos a la vez como se hacía antes», bajo la supervisión de Toni Salvà, asegura que el resultado «nos ha dejado encantados, va a ser un disco de rock sin trampas».