Menos morcillas que otros años, pero contundentes. La 32 edición de L'Adoració dels tres Reis d'Orient, de Llorenç Moyà, ha dejado mudo al público de Ses Voltes que ha acudido a ver la clásica representación que la compañía Taula Rodona.
Un año más, la función que dirigen Bernat Pujol y Mateu Fiol ha llenado el espacio de Ciutat y ha entusiasmado a los asistentes, pese a los iniciales problemas técnicos. En esta función, representantes de la sociedad civil y del devenir político se han metido en la piel de los entrañables y carismáticos personajes de la obra.
Más allá del texto original de Llorenç Moyà, las morcillas añaden un tono crítico y divertido a la obra, ya que son los propios actores los que deciden qué decir. Sin embargo, este 2017 ha contado con menos número que en ediciones anteriores y, generalmente, han sido en tono feminista, animalista, crítico con la monarquía y a favor de los refugiados. Pero quien ha conseguido enmudecer al público ha sido Benet Bohigas, quien encarnaba al General, al cargar contra el teniente de alcalde de Model de Ciutat, Urbanisme i Habitatge Digne, Antoni Noguera. «No hay dinero para viviendas dignas, pero sí para tumbar sa Feixina», ha dicho Bohigas, quien ha sentenciado: «Tratan mejor a los perros de Son Reus que a los pobres». Un comentario que ha silenciado al público.
La representación ha contado también con dos morcillas muy extensas, una de ellas protagoniza por Jan Gómez, en el papel del Portaveu 1. El presidente de Ben Amics ha reconocido los derechos adquiridos en los últimos años por el colectivo LGBTI, pero criticado los que aún están por conseguir.
En el tramo final de la función, el actor José Vico, en su papel de Ángel, ha deleitado al público con un baile con aire de cabaret, tras el que ha dejado ver, al grito de «Mallorca sense sang» que bajo el traje llevaba clavadas banderillas propias de las corridas de toros. La obra ha terminado con un sonoro aplauso del público asistente.