Jaén capital es una ciudad muy tranquilita; su impresionante catedral renacentista emerge a plomo entre los olivares. En su parte alta se reparten media docena de iglesias de gran valor artístico, sus baños árabes son los mejores de España y tiene un espléndido museo naïf con obras de Juan Guerra, de sobras conocido en Mallorca.
En la parte baja de la ciudad se encuentra el Museo Provincial, famoso por su arte ibérico, una de las salas de la primera planta está dedicada al pintor jienense Pedro Rodríguez de la Torre (1847-1915), buen retratista y autor costumbrista con buena técnica.
De pronto, se aprecia en el centro de esa sala dedicada a la pintura de Rodríguez de la Torre un magnífico apunte que parece una acuarela, pero no lo es: se trata de un óleo sobre tabla. No se sabe cuándo fue pintado, pero desde luego hace más de cien años. Se trata de una vista preciosa de Palma de 33 x 22 centímetros. Aparecen la poderosa fábrica catedralicia, la Lonja, las murallas ya desaparecidas del Baluard d'en Chacón, los almacenes del Mollet, las barcas de vela latina y el campanario de Sant Francesc. A la derecha del cuadro aparece la caseta de Salvamento de Náufragos, también desaparecida. La imagen pudo ser captada por el artista desde los molinos de es Jonquet, cerca de la desembocadura de sa Riera.
Rodríguez de la Torre fue profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Jaén, Cádiz, Zaragoza y Palma, donde pintó este cuadro casi perdido en Jaén, tan desconocido en Mallorca. De su estancia en Palma poco se sabe. Otra de sus obras, Vista de Mallorca y su catedral, estuvo en la colección de Amalia Jubes, viuda de Ramón Espantaleón Molina (1880-1970), farmacéutico, historiador y filósofo jiennense. El paradero de ese lienzo se ignora; es probable que esté en manos de sus herederos.