El presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines, que ocupaba su cargo desde mayo de 2015, ha presentado este miércoles su dimisión irrevocable de «todos sus cargos y funciones» por las «serias discrepancias con parte de la Junta Directiva».
Según informa la Academia en una nota, también ha dimitido, por los mismos motivos, el vicepresidente de la institución, Edmon Roch. En su comunicado, Roch y Resines señalan que «ha sido un honor» presidir esa entidad.
«Esta decisión ha sido tomada a raíz de serias discrepancias con parte de la Junta Directiva que han imposibilitado en los últimos meses el trabajo diario de la terna presidencial en la institución».
«En todo momento, nuestra intención ha sido desempeñar nuestras funciones de la mejor forma posible y siempre en beneficio del sector al que hemos representado. Para ello hemos emprendido nuevos proyectos, algunos aún en desarrollo, que esperamos terminen fructificando para bien de la Academia».
Estas dimisiones se suman a la de la realizadora de cine Gracia Querejeta, que presentó el 27 de junio su dimisión como vicepresidenta segunda de la Academia, aunque, según explicó a EFE en aquel momento, lo hacía por «incompatibilidad» con otros proyectos.
Su puesto lo asumió también Edmon Roch, que pasaba de ser vicepresidente segundo a vicepresidente único, una decisión que correspondió a Antonio Resines.
La Academia de Cine eligió el 9 de mayo en asamblea general a Resines, como cabeza de la única candidatura que se presentó para presidir la institución y en la que figuraban Querejeta y Roch.
Durante aquella asamblea se renovó también la mitad de la junta directiva, compuesta por dos vocales por cada una de las catorce especialidades.
Antonio Resines manifestaba entonces que su línea sería de «continuidad» con el programa desarrollado por su antecesor, Enrique González Macho, que había dimitido en el mes de febrero de 2015.
Entre sus proyectos figuraba intensificar la lucha contra la piratería, acometer la Memoria del Cine Español y la creación de la Fundación de la Academia del Cine, que habría tenido como fin labores sociales y asistenciales para la gente del cine «con problemas».