Los arqueólogos han vuelto a excavar en el monasterio bizantino de Cabrera, donde intentan dejar al descubierto la mayor extensión posible de un pavimento hecho a base de losas irregulares de marés tallado en los siglos V al VIII después de Cristo.
Según los investigadores, solo podría pertenecer a un recinto de cierta importancia como una basílica o una ermita, el refectorio donde comían los monjes, la enfermería, la hospedería que acogía a los viajeros.
El descubrimiento anima a estos estudiosos del cenobio o monasterio, que llevan a cabo campañas en Cabrera desde 1999 y que en la actual tenían intención de dedicarse a la búsqueda de la basílica del mismo.
Cabe recordar que en la pasada legislatura la excavación, que patrocinan el Ajuntament de Palma y el Ministerio de Medio Ambiente, quedó parada y que este año se ha reanudado. Este último departamento ha aportado 13.000 euros mediante una línea de subvenciones a la que pueden optar los municipios con parques naturales.
Los arqueólogos documentan también la estancia de los entre 9.000 y 14.000 prisioneros franceses recluidos en Cabrera durante la guerra contra Napoleón porque reutilizaron las estructuras bizantinas.