Por la European Union Youth Orchestra (EUYO), la orquesta joven europea, pasan año tras año algunas de las mayores promesas de la música. Es una de las metas de muchos de los jóvenes estudiantes de música, por lo que ha supuesto una trágica noticia para todos ellos que la formación vaya a desaparecer por falta de subvención tras 40 años de historia.
Mallorca fue solo una de las muchas ciudades europeas, como Londres, Berlín o Madrid, que este viernes quisieron sumarse a una protesta en contra de esta noticia. «Es algo que nadie se esperaba, porque ya tiene programada toda la temporada de otoño», reconoce Bernat Quetglas, músico y propulsor de la protesta en la Isla, que tuvo lugar frente al Conservatori Superior de Palma. «Queremos que se sepa que esto nos indigna. Somos conscientes de que la mayoría de nosotros no podremos acceder nunca a la EUYO porque su nivel de exigencia es muy alto, pero su desaparición supone un impacto muy grande. Nos han arrebatado un escalón entre el mundo estudiantil y el profesional y también algo de ilusión, porque parece que no se valora lo que hacemos», confiesa Quetglas.
En la EUYO hay actualmente una mallorquina, Paula Sanz, que al vivir en Londres no pudo asistir a la protesta, en la que se interpretó el himno de la Unión Europea.