En la estación del Tren de Sóller, la figura de un hombre rojo reposa sobre un banco. Pensativa. Soñadora. Ante la mirada de un extraño puede parecer que ese hombre, ese soñador, está solo, pero a ojos de su creadora, Francesca Martí, no podría estar más acompañado «por toda la gente que espera el tren cada día». Esta pieza, parte de la serie Dreamers, permanecerá expuesta de forma indefinida. Otras dos obras se pueden ver al final del trayecto del tranvía en el Port.
«Cuando tenía solo doce años me pasaba días observando la belleza de Sóller y soñaba con, algún día, salir de la Isla y ver otros rincones del mundo. Ahora, estos Dreamers sueñan como yo lo hice, desde el puerto y desde la playa», explicó Francesca Martí durante la inauguración de la instalación, que tuvo lugar este viernes en la misma estación del tren.
La artista quiso agradecer la oportunidad a todos los que habían colaborado para que aquello fuera posible, empezando por Pere A. Serra, presidente de la Fundació Tren de l'Art, al que calificó de «promotor del arte y un apoyo constante en mi obra y la de muchos otros artistas».